1. Jengibre
Popular en la medicina tradicional china, recientemente se ha incorporado con fuerza a nuestras despensas. Es un antiinflamatorio natural, que ayuda a combatir enfermedades respiratorias, artrosis y problemas digestivos. El jengibre tiene el poder de disminuir los dolores reumáticos y menstruales y, además, es un afrodisíaco natural y antidepresivo. Se puede tomar en infusión, en ensaladas y zumos, y algunas personas lo toman para combatir el envejecimiento prematuro y contra el estrés. Pero, sobre todo, mejora el flujo sanguíneo, evitando así complicaciones de enfermedades cardiovasculares.
2. Cebolla
Con un 90% de agua, una de las raíces más utilizadas en la cocina, es la gran estrella de las dietas saludables. Rica en magnesio, potasio, calcio y fósforo, nos ayuda a eliminar toxinas en nuestro cuerpo y se recomienda en dietas desengrasantes. Ayuda a la relajación de la musculatura tras hacer ejercicio continuado, y por su contenido en vitamina C, es recomendable de tomar cuando se tiene un resfriado e, incluso, para prevenir el envejecimiento. Hay remedios caseros en los que se utiliza la cebolla y su jugo para combatir la caspa y la caída del cabello. Contiene un aceite esencial, el llamado alilo, que tiene propiedades bactericidas y fungicidas, que funcionan desde dentro del organismo.
3. Zanahoria
Cruda, cocida o en zumo, la zanahoria es un potente alimento, cuyos aromas, está demostrado, estimulan el apetito. Se utiliza en dietas hipocalóricas para acabar con la ansiedad entre horas. Por su alto contenido en fibra ayuda contra el estreñimiento y calma la acidez estomacal, por contener sales minerales como el sodio, el cloro y el potasio. Tiene flúor, que ayuda a mantener unos dientes fuertes y blancos, y es tan diurética que se recomienda tomar cuando hay cálculos renales a la vista. Su uso estético más famoso es para mantener el bronceado en verano, debido a que tiene provitamina A, que ayuda a evitar quemaduras por el sol. Recientemente se ha descubierto que la zanahoria mejora la calidad de la leche materna.
4. Alcachofa de Jerusalén
También conocida como pataca, esta raíz es originaria de México, y la planta que la sostiene puede tener hasta tres metros de alto y se asemeja al girasol. Aporta una buena cantidad de hidratos de carbono, "unos 26 gramos por cada 100 de alimento, pero también es baja en proteínas y grasas, y rica en tiamina, hierro y prebióticos, estos últimos sirven de alimento para las bacterias de nuestro intestino", confirma el nutricionista David García. Su apariencia es similar a la del jengibre, y tiene también propiedades antitumorales, reductoras de colesterol y, en dietas, es saciante y mejora el estreñimiento y el tracto intestinal.
5. Nabicol
Una mezcla entre nabo y repollo, es más utilizado en las regiones del norte de Europa y América, pero tiene multitud de usos culinarios y saludables. Es baja en calorías -menos de 40 por cada 100 gramos- y tiene una pequeña cantidad de fibra y almidón, así como un alto contenido de potasio y calcio. Es digestiva, pues ayuda a segregar bilis, para que las comidas no se hagan tan pesadas. Su uso es similar al que harías con un nabo, en ensaladas, cocido, o como cualquier tubérculo, horneado o hecho puré. Una sopa con nabicol siempre es mucho más sana y depuradora.
6. Raíz de apio
Es una planta hipocalórica, baja en carbohidratos, proteínas y grasas, y muy rica en carotenos y minerales como el calcio, el sodio y el potasio. Este tubérculo realmente parece un nabo, pero es más carnoso en su interior. Su consumo es bueno para la memoria, aumentando el funcionamiento de las células nerviosas. Mejora la circulación sanguínea y es recomendable en dietas hipocalóricas, pues acelera la pérdida de peso. También es activa en la producción de células rojas de la sangre y, para aquellos que suelen tener anemia, es aconsejable que la cocinen bien y la incorporen en su día a día. También disminuye el colesterol y rallada sobre ensaladas está riquísima.
7. Raíz de Taro
Baja en grasas y proteínas, es utilizada en la cocina oriental y en áreas tropicales como Hawái, Brasil, Puerto Rico, Cuba, Colombia o República Dominicana. En la Polinesia Francesa es casi tan habitual como para nosotros el ajo. Se puede comer frita u horneada, pero es su raíz en sopas y estofados, cuando adquiere todo su potencial de alimento saludable. Baja en grasas y proteínas, todas sus calorías proceden de los hidratos de carbono, es rica en vitamina C y B6, y también contiene minerales muy importantes como el potasio y el manganeso.
8. Cúrcuma
Es la reina de las especies, la raíz con más súperpoderes para mejorar la salud. Contiene curcumina, su principal activo que ayuda en la prevención del envejecimiento y aumenta la salud del corazón. Puedes añadir la cúrcuma a tus platos a diario, bien en polvo como condimentos de las comidas o en cápsula. Tiene un increíble efecto antiinflamatorio y antioxidante, y sobre todo es conocida por ser muy beneficiosa contra el cáncer. Es uno de los principales componentes del curry, y ayuda a mejorar la circulación sanguínea, metabolizar las grasas, reducir el azúcar en sangre y tiene poder expectorante. También es guerrera contra enfermedades de la piel como la psoriasis o los hongos.
9. Ajo
La costumbre saludable de comerse un ajo crudo en ayunas, no es algo que se base en la superstición, es algo que ha sido científicamente probado. Tiene propiedades bactericidas, depurativas, fungicidas y antisépticas, entre otras. El ajo contiene alicina, que tiene, además, un poder antioxidante. Ya demostró Louis Pasteur que era un antibiótico natural, pero también reduce los niveles de colesterol y triglicéridos. Su vitamina B previene los daños de las paredes de los vasos sanguíneos, con lo que es eficaz contra las enfermedades del corazón y controla la hipertensión. Para la digestión, acidez y otros males gástricos, aporta grandes beneficios, así como ayuda a la eliminación de desechos del organismo.
10. Nabo
Una hortaliza hipocalórica, sin apenas proteínas ni grasas, tan solo contiene una pequeña cantidad de hidratos de carbono en forma de fibra y almidones. Es en otoño cuando su calidad es siempre mejor, y de esta raíz se aprovecha casi todo, incluso lo que sobresale, pues las hojas del nabo es lo que se conoce como grelos. Tan diurética es, que la incluyen en todas las dietas adelgazantes. También aporta fibra y facilita la digestión de alimentos fritos o grasos, por eso a veces se incluye como guarnición en ciertos restaurantes.
Empieza a incluir estar raíces en tu dieta con estas 3 recetas fáciles con jengibre y descubriendo los múltiples usos gastronómicos del ajo.