1. Come algo crujiente
Masticar contribuye a aliviar la sensación de hambre. Opta por comer una pieza de fruta, una zanahoria o una rama de apio.
2. Viva la fibra en la dieta
Los alimentos ricos en fibra, como la fruta y la verdura, crean volumen en el estómago y te sacian durante más tiempo.
Ingiere alguna comida cada tres horas. Olvídate de desayunar a las 8 de la mañana y no volver a comer hasta la una. El picoteo es un gran aliado en las dietas hipocalóricas. Saltarte comidas no va a ayudarte a adelgazar.
4. Come despacio
Cuando comemos, el cerebro tarda 20 minutos en recibir la señal de que el estómago está lleno. Mastica y bebe despacio. Además, masticar bien ayuda a una correcta digestión.
5. Planifica tus platos con tiempo
Ten clara la dieta que vas a seguir y qué alimentos necesitas para elaborarla. Ve siempre al supermercado con la lista de la compra cerrada y vacía tu armario de tentaciones innecesarias como dulces o aperitivos poco sanos. El fin de semana, también.
6. Distráete
Cuando estamos entretenidas, no pensamos en comer.
7. Concede unos minutos al hambre
¿Estás sintiendo un ataque de hambre? Bebe un vaso de agua, ponte a hacer alguna cosa y espérate 10 minutos. ¿Sigues teniendo hambre? Probablemente se te habrá pasado, si no, opta por un snack saludable como una pieza de fruta, una zanahoria o una loncha de pavo.
8. Duerme
Si no duermes lo suficiente, las hormonas que ayudan a controlar el apetito pueden sufrir desequilibrios. Se necesita dormir al menos entre 7 y 9 horas por la noche: prueba y ya verás cómo esto te ayuda a seguir mejor la dieta.
9. Haz deporte
Las endorfinas que se producen al practicar ejercicio ayudan a mantener una sensación de saciedad y satisfacción.
10. Bebe mucha agua
A veces confundimos la sensación de sed con tener hambre, es por eso que beber a menudo te ayudará a sentirte más saciado. Intenta ingerir un litro y medio o dos de agua al día.