En verano todo parece más fácil: reír, disfrutar, conocer gente, salir. Pero hay una cosa que sin duda se vuelve mucho más difícil: dormir. El calor es mal amigo del sueño y dar vueltas en la cama es un clásico de las noches estivales. Y si a ello le sumamos una cena pesada las probabilidades de dormir mal se disparan. Por eso, en verano es especialmente importante optar por cenas ligeras, fáciles de digerir, que no interfieran en el sueño y nos permitan descansar lo suficiente para estar al cien por cien a la mañana siguiente.
Nosotros te proponemos tres opciones ligeras y muy ricas para tus cenas de verano:
Menú 1
- Entrante: gazpacho
- Plato principal: ensalada de lentejas con atún, tomate picado, cebolla y olivas negras
- Postre: un vasito de compota de manzana
Menú 2
- Entrante: crema fría de zanahorias (sin nata)
- Plato principal: merluza a la plancha con patatas hervidas
- Postre: un yogur natural
Menú 3
- Entrante: un vasito de gazpacho
- Plato principal: tabulé (ensalada de cuscús con pimiento, tomate, ajo, cebolla, limón, menta y perejil)
- Postre: una pieza de fruta