Proveniente de Asia, el jengibre es una planta cuya raíz tiene sorprendentes propiedades beneficiosas para el organismo, además de ser el condimento perfecto para muchos platos. Estas tres recetas, súper fáciles de hacer, son un buen ejemplo.
- Crema de calabaza, boniato y zanahoria con jengibre y limón: Para preparar esta deliciosa crema, de un divertido color naranja, necesitarás un cuarto de calabaza, dos zanahorias medianas, un boniato grande o dos pequeños, el zumo de medio limón, dos centímetros de jengibre, aceite, sal y una punta de pimienta. Hierve las verduras y cuando estén tiernas pásalas por el mixer junto al jengibre. Añade el aceite, el zumo de limón, la sal y la pimienta al gusto y vuélvelo a batir. Puedes añadirle también un poco de crema de leche.
- Galletas de jengibre: aunque ya ha pasado la Navidad, siempre es un buen momento para disfrutar de unas deliciosas galletas de jengibre. Para prepararlas vas a necesitar harina, un huevo, mantequilla, azúcar moreno, bicarbonato, azúcar moreno, canela en polvo, jengibre en polvo y sal. Pon en un bol la harina, el azúcar, el bicarbonato, la canela, el jengibre y la sal. Bate el huevo y añádelo. Calienta ligeramente la mantequilla y añádela también a la mezcla. Luego extiende la masa hasta que tenga una altura de unos dos centímetros y córtala con un molde con la forma que quieras dar a tus galletas. Sólo te queda hornearlas para poder disfrutarlas.
- Ensalada de espinacas, queso fresco y manzana con vinagreta de jengibre: Corta y lava las hojas de espinaca y disponlas en una fuente, añade la manzana pelada y cortada y un puñado de almendras y pasas. Reserva y prepara una vinagreta con el zumo de un limón exprimido, aceite de oliva, un poco de perejil y jengibre rallado. ¡Buen provecho!
Ah y si te gusta el olor del jengibre existen también productos cosméticos que los incorporan.