1. Mitad del plato, verdura
Una forma muy sencilla, útil, divertida y eficaz de controlar mejor lo que comemos (tanto si queremos adelgazar como si no) es dividir nuestro plato en cuatro cuartos. Dos de ellos formarán juntos una mitad. Si ésta la cargamos con verduras y hortalizas (ya sean frescas a modo de ensalada o guisadas a modo de menestra, por ejemplo), estaremos dando un gran paso para cuidar nuestro peso y nuestra salud. Otro cuarto lo rellenaremos con carbohidratos -porque los carbohidratos no son tan malos- y el cuarto que nos queda lo ocuparemos con las proteínas (carnes, pescados y huevos). Con esta división en cuartos del plato conseguiremos algo fundamental: aumentar el volumen del plato con alimentos saludables. Llenaremos nuestro estómago, pero no de calorías que no necesitamos, sino de nutrientes importantes que nos convierten en personas más sanas.
Es lo peor que podrías hacer si deseas adelgazar. La primera razón por la que conseguir un peso adecuado es la salud. Ayunar no es sano, no es natural, ponemos al límite a nuestro cuerpo, lo forzamos en exceso y solo conseguiremos acabar fatigados, con mal estado de ánimo y con un hambre voraz que calmaremos en cuanto tengamos ocasión. Ayunar no es buen negocio para ti si quieres adelgazar.
3. No tomes productos milagro
Cuando una persona acumula kilos de más se debe a que durante un tiempo sus costumbres alimentarias no han sido las adecuadas para ella. Ha estado tomando más energía de la que su organismo necesitaba, con lo cual el exceso iba a parar a los tejidos grasos (nuestras reservas) que día tras día aumentaban (sumando kilos). Los productos que prometen adelgazar de manera milagrosa no te muestran qué hacías mal. No señalan las malas costumbres y por lo tanto no te ayudarán a corregirlas. Sin embargo, una dieta equilibrada y ligera te mostrará cuál es el camino diario que debes seguir para adelgazar en principio, pero también para mantener el peso después. Una dieta eficaz hace que no sufras efecto rebote, no como dejar tu dieta en manos de productos adelgazantes.
4. Toma postre siempre
La mejor manera de terminar tus comidas y cenas es tomando un postre. Esto te ayudará a sentir que cierras la comida o la cena, de forma que te predispondrá a no picotear minutos después de haber terminado la toma. El mejor postre posible sería una pieza de fruta: contiene vitaminas, antioxidantes, azúcares sencillos que terminarán de saciarte y fibra para ir mejor al baño y proteger a tu intestino del cáncer. Si te cuesta la fruta, otra opción saludable sería un lácteo bajo en grasa, por ejemplo un yogur desnatado, un pedazo de queso sin grasa y estos otros postres que sí puedes tomar... Aportarán los tan necesarios calcio y vitamina D a tu organismo.
Si quieres apuntarte a este cambio de hábitos y empezar a comer sano para perder peso de forma saludable no te pierdas el número de junio de la revista Objetivo Bienestar viene cargado de consejos, recetas y ejercicio para empezar una operación bikini sana.