Lavanda, romero, tomillo y salvia, un ingrediente por cada ladrón. Cuenta la leyenda que en la Europa del siglo XIX, duramente golpeada por las epidemias de fiebre negra o fiebre bubónica, cuatro maleantes burlaron una doble condena a muerte con un mejunje de estas hierbas. La primera porque durante meses les permitió escapar al contagio; la segunda, porque evitaron una condena a muerte que les fue impuesta por sus robos desvelando su secreto, cómo podía ser que ellos, siempre en contacto con los cadáveres, hubieran sobrevivido al contagio.
Como los refranes, las leyendas siempre traen algo de realidad. Y es que la salvia, un arbusto de hoja perenne que no alcanza el medio metro de altura, posee un sinfín de propiedades curativas. Las mismas que llevaron a los griegos antiguas a considerarla una planta sagrada. ¿En qué casos es recomendable tomar salvia?
1. Halitosis. Si frotas los dientes con las hojas frescas, no sólo blanquearás tu dentadura y fortalecerás las encías, sino que conseguirás tener un buen sabor de boca.
2. Agotamiento. La salvia activa la circulación de la sangre y activa el sistema nervioso, por eso se indica a personas con anemia, astenia primaveral o con agotamiento.
3. Afecciones respiratorias. Combate bacterias, virus y fortalece el sistema inmunológico. Además, ayuda a mejorar notablemente los síntomas de la gripe.
4. Menopausia. La salvia contiene estrógenos naturales y, por tanto, sin efectos secundarios, de forma que ayuda a atenuar la molesta sintomatología asociada a esta etapa vital de la vida de la mujer, que va desde sudoración nocturna hasta náuseas o sofocos.
5. Sistema digestivo. Por sus propiedades, es útil contra las digestiones pesadas, pero también contra la diarrea y los vómitos. Además ayuda a eliminar la acidez y la hinchazón abdominal.
6. Piel. Es un buen antiséptico natural. Por un lado, ayuda a curar lesiones y a cicatrizar herida y, por otro, es ideal para limpiar el cutis y eliminar las impurezas del rostro.
6 usos terapéuticos de la salvia
Mientras los griegos la consideraban una planta sagrada, la leyenda la identifica como uno de los ingredientes del vinagre de los cuatro ladrones que burlaron con ella la epidemia de gripe bubónica. ¿Anecdótico o revelador?
