Zumo de naranja, yogur, miel… Se predica que alimentos como estos contribuyen a aumentar las defensas y a combatir gripes y resfriados, ¿pero qué hay de cierto en que mejoren el sistema inmunitario? Por ahora, se carece de una base científica suficientemente amplia que lo acredite. De hecho, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) –la entidad encargada de regular las declaraciones de salud relacionadas con los alimentos o complementos dietéticos– no ha aprobado que ningún alimento esté relacionado con la inmunidad ante enfermedades.
Lo que sí que está demostrado es que la dieta mediterránea garantiza una buena calidad de vida y previene patologías degenerativas, tal y como apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por tanto, está claro que si evitas carencias nutricionales y sorteas una bajada de defensas, te expones menos a enfermar. La dieta diaria juega un papel decisivo en ello: por eso te lo ponemos fácil con recetas que salvaguardan tu salud.
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