¿En ocasiones tienes la sensación de que comes constantemente lo mismo? Cuando pensamos en frutas, lo primero que nos viene a la cabeza son las naranjas, los plátanos y, por supuesto, las manzanas. Durante el verano, pensamos en sandías, melocotones, melones u otras frutas algo más tropicales, pero en nuestros países nos solemos mover siempre dentro de un mismo espectro. Y lo mismo sucede con las verduras: tomates, cebollas, zanahorias, coles, brócoli... Siempre igual.
Esto, aunque por un lado es beneficioso no sólo para el medio ambiente sino también para la economía, ya que no estamos contribuyendo a la exportación masiva de frutas y verduras de otros países lejanos, no deja de limitar nuestro repertorio, y hace que a veces el consumo de frutas y verduras se nos pueda antojar incluso aburrido. Los más atrevidos nos lanzamos de vez en cuando a por una chirimoya, o una lata de litchi en conserva, pero la opción va poco más allá.
Y, sin embargo, existen muchas otras frutas y verduras de las que quizás nunca hayas oído hablar y que en muchas ocasiones se encuentran más cerca de lo que imaginas. Sin duda, como resultado de la globalización y de una progresiva mezcla de culturas, poco a poco nos están empezando a llegar productos desconocidos, algunos de los cuales poseen un buen número de nutrientes esenciales para nuestro organismo y pueden resultar, por ende, muy beneficiosas para nosotros. ¡Estas son algunas de ellas!