Hay más de una razón por la que te puedes sentir hinchada. Una muy habitual es que te molesten cada cinco minutos en tu puesto de trabajo –en este caso se te hinchan las narices–. En este artículo nos centramos en el estómago, y eso lo suelen provocar ciertos alimentos.
Los tres mosqueteros de su Majestad el Globo
Podemos valorar tres motivos generales por los que tu estómago puede hincharse: la sal, el agua y los gases. La primera, provoca retención de líquidos; el segundo, hace que tengas que ir al baño frecuentemente, y el tercero induce a que te hinches si los retienes –aunque tal vez deberías dejarlos ir, como cantan en Frozen, cada vez que te molestan en la oficina, así matarías dos pájaros de un tiro, pero ese es otro tema–. Las intolerancias, más minoritarias, por otro lado, también pueden provocar sensación de hinchazón.
Pero no evites la sal siempre
La sal está compuesta por un 60% de cloro, que aporta el sabor que nos gusta a los alimentos, y por un 40% de sodio. El sodio es importante para regular nuestras funciones nerviosas. La cosa se pone fea cuando nos pasamos, porque aumenta nuestra presión arterial.
Recuerda: máximo 5 gramos de sal al día
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene una postura clara al respecto: máximo 5 gramos de sal al día para adultos. En España sin embargo suspendemos el test de la OMS: aquí el consumo es casi del doble, con 9,8 gramos al día. Aquí computa no solo la sal que podemos ver, sino la sal invisible, que suele ser la que nos hace superar el límite de consumo y que se encuentra en los alimentos procesados.
Para evitar este exceso en la medida de lo posible es clave que aprendamos a leer la etiqueta de los productos procesados, que suele indicar el sodio que contiene el alimento en cuestión: para saber la sal que contiene, debemos multiplicar los gramos de sodio por 2,5, y así obtendremos la cantidad de sal. En la web del Plan Cuídate Más del Ministerio de Sanidad puedes informarte más sobre este tema.
¿Qué alimentos contribuyen a que te sientas hinchada?
Siguiendo estas tres causas mayores –sal, agua y gases–, y alguna que descubrimos más, los alimentos que nos pueden hinchar son los que te mostramos a continuación. Cabe decir que no porque te hinchen un poco debes dejar de tomarlos. Estos alimentos también te hinchan de vida, la cuestión es que no te pases.
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