Seguro que muchas veces te has sentido más pesada de lo normal y has notado mucha hinchazón en las piernas, sobre todo si eres mujer. Si es tu caso, lo más probable es que estés sufriendo retención de líquidos, un proceso que todo el mundo teme y que, a su vez, es muy fácil de prevenir.
El edema, popularmente conocido como retención de líquidos, es muy común en toda la población, pero afecta en mayor porcentaje a las mujeres. Y, al contrario de lo que mucha gente piensa, sufrirla puede implicar un aumento de peso, pero no de grasa corporal.
¿Qué es la retención de líquidos?
La retención de líquidos, como su nombre indica, se produce cuando el organismo tiene dificultades para eliminar o depurar el exceso de agua de forma correcta. Puede producirse por cambios hormonales, por un estilo de vida sedentario, o por el calor de épocas como el verano, pero en todos ellos es clave el tipo de alimentación que llevamos.
Hay muchas claves para prevenirla, pero la más importante es llevar una alimentación saludable e incluir en la dieta alimentos diuréticos, aquellos que mejoran el funcionamiento de los riñones para eliminar el líquido y la sal sobrante.
Eso sí, no abuses de los alimentos o los suplementos diuréticos como una forma para perder peso, ya que son cosas totalmente distintas y, si te excedes, puedes sufrir deshidratación, problemas musculares, arritmias o baja presión. Consulta siempre a un especialista para combinar la pérdida de peso y el tratamiento de la retención de líquidos.
¿Cuáles son los alimentos más diuréticos?
En el vídeo te dejamos 17 alimentos que actúan como diurético natural, pero debes saber que, en general, todas las frutas y verduras tienen esa función diurética en mayor o menor medida y, por lo tanto, ayudan a evitar la retención de líquidos.
Esto es gracias a su alto contenido en agua y potasio, con lo que estimulan los riñones y ayudan depurar mejor el organismo. Pero también hay algunas hortalizas que contienen otras sustancias más específicas para estimular los riñones, como es el caso de los fructosanos del espárrago.