Comprar el pan es un acto tan cotidiano que casi habíamos olvidado la importancia de una buena elaboración. Para ello “es fundamental el tipo de levadura”, apunta el chef belga Alain Coumont.
“La natural o industrial reduce las calidades vitales de la harina y el contenido de vitaminas y minerales. La mejor es la levadura madre porque, entre otras cosas, logra una fermentación que favorece la asimilación de los nutrientes. El pan está más bueno y aguanta fresco mucho más tiempo. ¡Y sin conservantes! Aunque se tardan días en hacerlo”, añade Coumont, que buscó y encontró la esencia del pan artesanal y la transmite en Le Pain Quotidien, con centenares de panaderías en todo el mundo.
Sin embargo, vivimos momentos en los que ya no sabemos si el pan, este alimento tan tradicional, resulta beneficioso para nuestra salud o no. El número creciente de celíacos y personas con sensibilidad al gluten, o la tendencia a las dieta bajas en carbohidratos han denostado este alimento que muchos devoramos en exceso, tanto para acompañar las comidas como para desayunar, como ingrediente principal.
En cualquier caso, y siempre que no nos resulte contraindicado por algún motivo de salud, comer pan puede considerarse un hábito saludable (si no puedes comer gluten, también existen una infinidad de alternativas sin esta proteína del trigo con las que comprar pan. Por ejemplo, el elaborado con maíz o con trigo sarraceno).
Eso sí, para ello, es imprescindible contar con un pal de calidad, artesano y elaborado con masa madre, preferiblemente integral. De esta forma, podremos recuperar el sabor de lo auténtico que muchos echamos tanto en falta.
Estos son algunos de los panes que puedes encontrar en muchas panaderías:
