Los productos lácteos, como la leche, el yogur y el queso, son un alimento básico diario para muchas personas y así lo ha sido durante siglos. Aunque muchos estudios recientes sugieren que la leche puede tener algunos efectos nocivos en el cuerpo, como promover la inflamación entre otros, los niveles de calcio y proteínas presentes en ella destacan por encima de muchos otros alimentos.
La proteína es uno de los tres macronutrientes más importantes junto con los carbohidratos y las grasas
Eso significa que es esencial para la salud humana, ya que está involucrada en procesos corporales vitales como el transporte de oxígeno, el sistema inmunológico y el crecimiento.
Propiedades de los lácteos
Los productos lácteos, que provienen de las vacas, cabras u ovejas, son una fuente de alimento principal debido a sus propiedades nutricionales que las personas requerimos durante nuestro crecimiento y desarrollo. La leche tiene un alto contenido en proteínas, carbohidratos, lípidos, vitaminas y minerales como el calcio, potasio, fósforo y zinc. Por eso, se convierte en muchas ocasiones en un componente importante de dietas saludables.
Se considera una buena fuente de energía y aporta atributos únicos como lípidos, ácidos grasos, monoglicéridos, diglicéridos, esteroles, carotenoides, fosfolípidos, vitamina B12, vitaminas liposolubles A, D, E y K. Estas últimas tienen funciones importantes en el cuerpo humano, como la visión (vitamina A), absorción de calcio (vitamina D), protección antioxidante de las células (vitamina E) y coagulación sanguínea (vitamina K).
Los lácteos son un buen alimento para nuestra microbiota
Otro beneficio de los lácteos, es que éstos influyen en la salud de nuestra microbiota intestinal. Por ejemplo, los productos lácteos fermentados de uso diario, como el yogur y el kéfir, pueden provocar cambios en la composición de la microbiota intestinal gracias al aumento de bacterias saludables para nuestros intestinos que están presentes en la leche como Lactobacillus, Bifidobacterium, Adlercreutzia equolifaciens y Slackia isoflavoniconvertens. Eso, además de modular la composición de la microbiota, puede aliviar la inflamación y mejorar todo el proceso de la digestión.
La proteína de los lácteos
La proteína que proviene de los lácteos es una fuente importante de proteína dietética y es particularmente rica en lisina y aminoácidos de cadena ramificada. Tiene origen animal, y esto significa que contiene todos los aminoácidos esenciales para formar una molécula de proteína completa, mientras que las fuentes vegetales generalmente carecen de uno o más aminoácidos esenciales y, para que sea completa, es necesario que sean combinadas entre ellas.
La proteína de la leche representa el 10% de todo el consumo mundial de proteínas, viene justo después del consumo de cereales y carne, y tiene una mayor digestibilidad que la proteína que proviene de los cereales
Metanálisis recientes han demostrado los beneficios y el valor terapéutico de las proteínas lácteas, especialmente los productos lácteos bajos en grasa, con efectos beneficiosos sobre el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina, la circunferencia de la cintura y el peso corporal. Se cree que la proteína, unida al calcio y a los probióticos, así como a una dieta más saludable en general, contribuye a reducir el riesgo de eventos cardiometabólicos y desarrollo de enfermedades tipo el hígado graso.
