Ni es apio, ni es nabo. El apionabo es una raíz de la familia de las opiáceas, de sabor intenso y ligeramente dulce. Aunque no es un alimento habitual en la gastronomía española, sí se utiliza mucho en Francia, Holanda y Reino Unido, así como en varios países de Europa del este.
El apionabo también es conocido como apio rábano, apio perilla e incluso apio feo, por su aspecto poco atractivo. Una apariencia que, sin embargo, conquista el paladar por su sabor intenso, con toques ligeramente dulces y anisados. Quienes disfrutan con el apio, lo harán también con esta raíz, ya que son similares, aunque el sabor de esta última es más delicado.
Volviendo a su aspecto, esta genuina hortaliza tiene forma redondeada, la piel es de color amarronado y de ella salen muchas raíces pequeñas. El interior es firme y consistente y de color beige. Cada pieza puede pesar alrededor de un kilo.
La época de plenitud es durante estos meses fríos, que es cuando más suele utilizarse. Muy versátil en la cocina, el apionabo puede comerse crudo, a la plancha, asado, hervido o al horno, por lo que resulta ideal para elaborar distintas recetas, como sopas, cremas y guisos. Eso sí, hay que tener en cuenta que, una vez pelado, se oxida rápidamente. Aun así, puede conservarse fácilmente en la nevera, dentro de una bolsa transpirable.

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Propiedades y beneficios del apionabo para la salud
A sus características físicas se suman sus propiedades, que convierten al apionabo en una buena alternativa para cualquier dieta. Estas son sus principales virtudes:
- Bajo en calorías. Tiene unas 40 por cada 100 gramos, siendo un alimento recomendable en dietas de adelgazamiento. Además de ser bajo en calorías, también lo es en grasas e hidratos de carbono.
- Diurético. El apionabo contiene mucha agua, lo que facilita la eliminación de orina y ayuda a eliminar toxinas. Sus altas dosis en potasio también contribuyen a evitar la retención de líquidos y las vitaminas C y B6 favorecen la depuración del hígado.
- Colesterol a raya. Ayuda a mantener el colesterol y la tensión arterial bajo control y a regular la diabetes tipo 2.
- Mejora la coagulación de la sangre. Gracias a su riqueza en vitamina K, una sustancia liposoluble que también interviene en el metabolismo del calcio.
- Bueno para huesos y dientes. Por su alto contenido en fósforo, resulta muy beneficioso para el buen mantenimiento del sistema óseo y dental.
- Anticancerígeno. El apionabo contiene antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el cáncer.

Cómo consumir apionabo
Conocidas las propiedades y singularidades de esta raíz, es hora de incorporarlo a nuestros platos. Para ello, hay que tener en cuenta algunos aspectos, como la dureza de la piel. Esto obliga a que este tubérculo tenga que pelarse antes de su consumo y servirse tanto rallado, como en juliana o en dados de distinto tamaño.
El apionabo rallado suele emplearse para dar un toque crujiente a las ensaladas y, cortado en juliana, puede servir para preparar unas saludables patatas. Esta raíz también se elabora como un puré para acompañar carnes de caza y pescado y como ingrediente de una sopa (junto con otras verduras, como zanahorias y puerros) o de un puré, con cebolla y calabaza. En Francia, el apionabo se utiliza en el cèleri-rèmoulade, una ensalada que viene acompañada de salsa rèmoulade. Se trata una salsa mayonesa con mostaza, hierbas aromáticas, alcaparras, pepinillos en vinagre y anchoas.
Como ves, son muchas las recetas variadas y fáciles de hacer con el apionabo, un ingrediente que va ganando adeptos y cada vez está más presente en muchos restaurantes de nuestro país.
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