En un princpio, encontrarnos flores comestibles en los platos estaba asociado de forma arraigada a los restaurantes más cotizados. Puede incluso que sigas asociándolo solamente a este tipo de locales. Sin embargo, cada vez es más frecuente la utilización de este tipo de alimento decorativo en los platos de nuestras casas.
Las flores nos aportan aromas y colores que alegran cualquier rincón de casa. Por eso mismo nos hemos preguntado, ¿por qué no sería buena idea añadirlas en la comida? Muchas son las razones por las que incluirlas supone una muy buena opción. Las flores comestibles transformarán tus platos en una explosión de sabor y color que dejarán a cualquiera con la boca abierta.
¿Todas las flores son comestibles?
No estamos muy acostumbrados a añadir flores a nuestros platos, y eso que cada vez es mucho más común encontrarnos estos elementos decorativos y comestibles. Sin embargo, debemos ser conscientes de que no podemos comer cualquier tipo de flor por muy bonita que parezca.
En general, podemos comer cualquier tipo de flor. Sin embargo, debemos evitar comer el tallo de la planta porque suele tener un sabor desagradable y podemos tener dificultades a la hora de masticarlo.

Entonces, ¿qué flores se pueden comer?
No tenemos que preocuparnos, en un principio, por las intoxicaciones, ya que la parte de la flor de la planta es la que menos sustancias tóxicas tiene. De todas maneras, debemos asegurarnos antes de añadir cualquiera de ella a nuestras ensaladas.
¿Es mejor comprar o cultivar flores comestibles?
A día de hoy no encontraremos muchos comercios donde podamos comprar los pétalos de las flores para ponerlas directamente en el plato. Así que la mejor opción sería plantarlas por uno mismo. Y son muchas las ventajas de crear nuestro pequeño espacio “floral” en el jardín de casa.
La mayoría de plantas no necesitan de un gran cuidado ni atención, te ayudarán a repeler insectos y llenarán de color cualquier espacio. ¿Qué más se puede pedir? Pues también reducen los niveles de nitrato en hoja lo cual mejorará nuestro organismo y por ende nuestra salud.