Podemos encontrarla de muchos colores, según su sabor. Fresa, limón y piña son algunos de los más habituales. Si despojamos a la gelatina de todos estos artificios, nos queda un alimento natural de origen animal, transparente y sin sabor, pero con muchas propiedades.
Además de tomarla sola, es un espesante muy utilizado en pasteles, helados, yogures y otros postres. Los champús, mascarillas y otros cosméticos también la contienen, e incluso puede emplearse para aclarar los vinos. Un elemento con múltiples usos que está muy presente en nuestra vida diaria. Tal es su popularidad, que cada 2 de abril se celebra el Día Mundial de la Gelatina para conmemorar las propiedades de esta proteína.
¿Qué es y de dónde procede la gelatina?
Se obtiene al hervir en agua la piel, tendones, ligamentos y huesos de ganado porcino y vacuno. Se trata de un alimento de origen milenario, que ya se utilizaba como sustancia para pintar y como pegamento. Suele encontrarse en polvo y en hojas.
El colágeno es el elemento principal de la gelatina (ocupa entre el 78 y el 90% de su composición), seguido del agua. En un porcentaje bajo, también contiene sales minerales. El colágeno es una proteína animal necesaria para la elasticidad y la resistencia de huesos, cartílagos, tendones y piel. De ahí su importancia para el organismo.

Beneficios de la gelatina
Su alto contenido en colágeno la convierte en un ingrediente fundamental para las citadas partes del cuerpo. También incrementa la cantidad de colágeno, cuya producción se ralentiza con la edad. Además, su consumo regular aporta numerosos beneficios. Estos son los más destacados:
- Mejora el tránsito intestinal. Favorece el buen funcionamiento del sistema digestivo, protege el estómago y regula la producción de la mucosa gástrica.
- Efecto diurético. Su alta composición en agua también hace que prevenga la retención de líquidos.
- Aliado en las dietas de adelgazamiento. Gracias a su bajo aporte calórico y su riqueza proteica, esta sustancia suele incluirse en las dietas para perder peso. Además, tiene un efecto saciante.
- Ayuda a regenerar los músculos. Es un suplemento ideal para quienes practican deporte de forma habitual, ya que ayuda en la recuperación muscular, gracias a su composición en aminoácidos, en especial, la glicina y la arginina. Asimismo, favorece el crecimiento muscular.
- Piel, uñas y cabello más fuertes. Esta proteína refuerza el cabello y las uñas y aporta firmeza y elasticidad a la piel, gracias a su contenido en colágeno.
Cómo elaborar gelatina casera
Las múltiples propiedades de la gelatina hacen que sea un producto importante en una alimentación sana y equilibrada. Para que sea un alimento realmente saludable y sin añadidos, hemos de comprar una que solamente contenga gelatina, agua, el zumo natural de alguna fruta y la mínima cantidad de azúcar. Algo poco probable en la mayoría de las que solemos comprar en el supermercado.
Por tanto, prepararla en casa resulta la opción más ligera y natural, además de sencilla. Para hacerla, solamente necesitarás remojar en agua unas hojas de gelatina y añadir un zumo de frutas exprimido (como naranja y limón), previamente calentado, pero sin que llegue a hervir. Luego, reparte la mezcla en recipientes y deja que se enfríe en la nevera, como mínimo, tres horas. También preparar gelatina casera añadiendo daditos de fruta fresca, como piña, plátano y fresa.

Agar-agar: la versión vegetal de la gelatina
Aunque menos conocido que la gelatina, el agar-agar es un espesante que se extrae de un tipo de alga, por lo que su origen es vegetal. Este ingrediente también tiene propiedades espesantes y gelificantes (de hecho, tiene una capacidad gelificante casi diez veces superior a la de la gelatina animal).
Este agar-agar, idóneo en las dietas vegetarianas, tiene un bajo aporte calórico y elevado en fibra, lo que resulta muy beneficioso para el sistema digestivo. A diferencia de la gelatina, para preparar este gelificante hay que llevar todo el líquido a ebullición y mantener el hervor un par de minutos. Una vez listo, el agar-agar es ideal para elaborar cremas, salsas y jugos.
Como ves, la gelatina (y su versión vegetal, el agar-agar) no puede faltar en tu alimentación, ya que es un reforzante natural de huesos y piel. Prepárala en casa para sacarle el máximo provecho y evitar añadidos innecesarios. ¡A disfrutarla!
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