La nutrición en personas que practican regularmente ejercicio físico puede marcar la diferencia, sobre todo en el rendimiento, en la recuperación y en evitar lesiones. Cualquier persona que desee maximizar sus objetivos en el ejercicio y su rendimiento debe enfocarse en la alimentación adecuada para su deporte, lo que incluye ingerir el tipo y la cantidad de nutrientes adecuados antes, durante e inmediatamente después de su práctica.
Desde la antigua Grecia, mucho antes de Cristo, existen referencias a estrategias nutricionales empleadas por los atletas olímpicos para mejorar sus resultados. En las primeras olimpiadas griegas, se recomendaba comer carne y proteínas animales en lugar de cereales, frutas y queso, para mejorar la fuerza y el músculo. También usaban pan blanco con semillas de amapola, creyendo que éstas causaban euforia y reducían el dolor. Así lo demuestran los grabados y esculturas de atletas y campeones olímpicos.
La importancia de la nutrición deportiva
Las estrategias nutricionales sobre cuál debería ser la nutrición adecuada para un atleta han ido cambiando con el tiempo y con los avances de la ciencia. La nutrición deportiva trata de impulsar y mejorar el rendimiento, recuperarse del estrés del ejercicio, mejorar las habilidades rápidamente y mantener una composición corporal óptima para el deporte y también para la vida.
Los nutricionistas especializados en el deporte ayudan a todas aquellas personas a adaptarse y a mantenerse adaptado para evitar sobreentrenamientos y lesiones en un momento en que la carga aumenta progresivamente tanto física como mentalmente.
Nutrientes como el omega-3, la vitamina D, la cúrcuma, antioxidantes y probióticos se incorporan cada vez más a la dieta del deportista y a la suplementación, con el objetivo de optimizar la función y manejo de la fatiga física y cerebral. Asimismo, los suplementos de magnesio, zinc, creatina, complejo de vitamina B y melatonina pueden ayudar a la recuperación. En cuanto a macronutrientes como fuente de energía, las necesidades de carbohidratos y proteínas suelen ser mayores en personas activas.