Todas las alarmas saltaron en Europa hace un par de semanas cuando la Red de Alerta Alimentaria Europea (RASFF) anunciaba la retirada de todos los lotes de productos Kinder fabricados en la planta de Ferrero de la ciudad de Arlon (Bélgica). El motivo fue un brote de salmonelosis en el chocolate con el que se produjeron los productos de la marca, como los famosos Huevos Kinder, después de que en diciembre de 2021 la propia fábrica detectase Salmonella Typhimurium en un depósito de suero de leche en uno de sus controles.
Por ahora, el brote ya ha generado 158 intoxicaciones confirmadas y 29 están en estudio a lo largo de 12 países, sobre todo en niños menores de 10 años, de los cuales muchos han requerido hospitalización tras sufrir síntomas graves como diarrea con sangre. Según ha informado el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), en España hay al menos un caso confirmado de salmonela y otros dos considerados “sospechosos”.

¿Qué es la salmonelosis?
Se trata de la infección alimentaria causada por la bacteria salmonela que afecta al aparato intestinal. Esta bacteria vive en los intestinos de animales y humanos de forma natural y se expulsa a través de las heces, de manera que la infección se produce al consumir agua o alimentos contaminados.
Las bacterias de salmonela tienen una gran capacidad de adaptación, lo que le permite sobrevivir en ambientes diversos durante meses y multiplicarse en temperaturas desde 5 a 45 ºC, siendo la temperatura óptima 35-37 ºC.
Síntomas y tratamiento
Los efectos de la infección suelen manifestarse entre las 8 y las 72 horas después de contraer la bacteria. Aunque lo general es que una persona que se infecte con esta bacteria no presente síntomas, otras pueden manifestar:
- Diarrea
- Sangre en las heces
- Náuseas
- Vómitos
- Fiebre
- Escalofríos
En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen en unos días sin tratamiento específico. Aunque, en los casos más graves, la diarrea puede deshidratar hasta requerir atención médica. El mayor peligro de la salmonelosis es que la infección se extienda al torrente sanguíneo, lo que puede ser muy grave en niños y personas mayores.

Causas y contagio
La salmonela vive en el intestino de las personas, los animales y los pájaros, de forma que la expulsan por las heches. Por tanto, la mayoría de casos de salmonelosis se dan por ingerir alimentos contaminados con heces, normalmente:
- Carne cruda de res, ave y pescado: Las heces se pueden introducir en la carne cruda durante la matanza, mientras que el pescado puede contraer la bacteria si se obtienen de agua ya contaminada.
- Huevos crudos: Es muy común que las gallinas infectadas produzcan huevos que ya tienen salmonela antes de que la cáscara se forme. Por tanto, es mejor evitar consumir el huevo crudo, como en la mayonesa u otras salsas.
- Frutas y vegetales: Estos alimentos pueden haberse contaminado si han sido producidos con aguas que ya contenían salmonela, o incluso pueden contaminarse en el proceso de preparación antes de comer si entran en contacto con carnes crudas.
En muchos casos estos alimentos se contaminan tras ser manipulados por personas que no se han lavado bien las manos después de usar el baño o de cambiar pañales. En otros casos, la infección también puede producirse al tocar algo que ya está contaminado, como las mascotas, en especial, los pájaros y los reptiles, y después llevarte los dedos a la boca.
En el caso de contraer la bacteria durante el embarazo, no hay riesgo de transmitírsela al bebé, pero en ese caso hay que estar más alerta con los síntomas, ya que si estos se vuelven graves podrían provocar partos prematuros o abortos espontáneos.
¿Cómo evitar la salmonelosis?
Sabido todo lo anterior, hay una serie de recomendaciones básicas para evitar contagiarse:
- Lavarse las manos: Especialmente después de usar el baño, cambiar un pañal, manipular carne cruda de res o de ave, limpiar excremento de mascotas, tocar reptiles o pájaros.
- Evitar la contaminación cruzada: Guardar la carne cruda apartada del resto de comida y usar recipientes y herramientas solo para ellas en el momento del cocinado.
- Guardar en el frigorífico huevos y carnes crudas.
- No comer carne cruda.
- No comer huevo crudo u otros alimentos que lo contengan.