El zumo puro es aquel que se obtiene exprimiendo la fruta directamente cogida del árbol y no tiene azúcar ni aditivos añadidos. El zumo concentrado se produce evaporando hasta el 85% de agua de la fruta y así se puede transportar a otros países. Durante el envasado se le añade agua, aromas, pulpa, sustancias aromatizantes, vitaminas y hasta un máximo de 15 gramos de azúcar por litro. El néctar, en cambio, está hecho a base de frutas densas como el plátano o el albaricoque y se le añade agua y azúcar.
También puedes preparar zumos de verduras, con un menor contenido de azúcares, más digestivos y con gran aporte de minerales. Lo ideal para preparar un buen zumo es hacerlo en casa con una licuadora, de esta manera conservan todas sus vitaminas y enzimas y, además, cuentan como una de las cinco piezas de fruta y verduras que tenemos que consumir diariamente. Si no puedes preparar zumos en casa, compra aquéllos que no lleven azúcares añadidos o los zumos industriales bio, que mantienen las vitaminas y ayudan a proteger nuestro sistema inmunitario.
Los zumos naturales, consumidos cuanto antes, son una importante fuente de vitaminas y minerales. Hay una enorme variedad de fruta y verdura, por lo que las combinaciones son infinitas. Así pues, es una manera divertida y distinta de tomar fruta y lo mejor, si no tenemos el estómago sensible, es tomarlos durante el desayuno para empezar el día de la mejor manera y de forma saludable.