Al llegar a casa después de un largo día de trabajo, es muy común quedarse en blanco mirando la nevera sin saber qué hacer para cenar. Tenemos el ingenio bajo mínimos y creemos que nuestra única opción son las alternativas de siempre: una ensalada de lechuga y tomate, cualquier cosa salida de un bote o el temido fast food que deja por los suelos nuestros buenos propósitos, sin embargo con unos pocos ingredientes y estas recetas no volverás a cenar cosas inapetentes ni poco saludables porque son recetas que se hacen rápido y son deliciosas.
Es decir, os animamos a que en ese decisivo momento, frente a la nevera, aprendáis a apostar por vosotros mismos, a quitaros la pereza de encima y concienciaros de que en unos 10 minutos puedes tener una cena saludable, fácil y muy rica encima de la mesa. Si no sabes por donde empezar, te ayudamos con unas cuantas recetas sanas para que veas que la rapidez no va reñida con la salud y el comer bien.
¿Qué es bueno para una cena ligera?
Hay una serie de productos básicos en la alimentación que nunca deberían faltar en tu nevera como una buena base para ensaladas saludables y no, no hace falta que sea solo lechuga, podéis optar por canónigos, brotes tiernos o bien unas sabrosas espinacas baby que son mucho más digestivas por la noche que otras bases de lechuga como la col. Otro alimento que no puede faltar en una despensa son las grasas saludables vegetales, ya sea en forma de amadísimo aguacate o como frutos secos (siempre naturales o crudos, sin tostar y sin sal).
Tampoco puede faltar una buena fuente de proteínas, ya puede ser huevos cocidos, un buen pescado, tofu o legumbres, intentando no abusar de las carnes rojas, ya que su consumo, según datos de la OMS, es excesivo en nuestro país.
Por otro lado, nunca deberían faltar en casa verduras y frutas a las que poder acudir rápidamente sin necesidad de cocciones largas. Unas patatas hervidas, un brócoli o la coliflor son perfectas pero si nos da pereza esperar a su cocción podemos siempre optar por zanahoria cruda, tomate, pepino o calabacín que tarda muy poco en cocinarse. Otro truco es cocinar las verduras en el fin de semana y así solo tendrás que calentarlo con un salteado de ajitos o similar.
También es importante tener en casa caldos preparados de verduras (o comprados, no diremos nada… pero aseguraos de que son sin mucha sal y sin aditivos de ningún tipo, es decir, lo más naturales posibles) y procesados buenos como legumbres cocidas.
Con estas bases es hora de ponerse a cocinar estas recetas de cenas saludables, fáciles y ricas que también son ideales para bajar de peso. ¡Toma nota!