Cómo hacer del bocadillo una delicatesen

Fácil de preparar y de transportar, el bocadillo ha sido siempre la solución más socorrida para picnics campestres, excursiones, meriendas e incluso cenas rápidas. Pero, jugando con ingredientes más sofisticados que el típico embutido, haciendo combinaciones de productos de calidad y por supuesto innovando con el que es su principal ingrediente, el pan, podemos hacer del bocadillo una auténtica delicatesen que no sólo nos salvará de un apuro sino que será un auténtico placer degustar.  

Lo primero a lo que debemos prestar a tención es al pan. De cereales, integral, blanco? lo primordial es que sea un pan artesano y de calidad. Para determinados bocadillos, como los elaborados a base de patés o salmón ahumado, el pan de molde, más suave, será el ideal. El pan crujiente, incluso ligeramente tostado, humedecido con tomate y aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal es perfecto para combinar con un buen embutido. Los panes de corteza blanda, estilo panini, son perfectos para pasar por la sandwichera y servir calentitos. El pan de pita, más ligero y seco, combina bien con las tortillas y es perfecto para los bocadillos con una base de ensalada.

A la hora de decidir qué ponemos entre rebanada y rebanada existen un sin fin de posibilidades. Los guisos de salsa, en los que se moja pan, como las albóndigas, pueden ser un buen relleno para bocadillos contundentes. Los clásicos, como los de lomo y queso con pimiento verde o los de calamares, funcionan siempre. La berenjena al horno combina a la perfección con quesos como el feta y con un buen aceite de oliva o una salsa pesto. La cebolla caramelizada contrarresta la sequedad del pan y es perfecta para combinar con todo tipo de carnes, al igual que los pimientos asados. El tomate es un buen aliado en muchas combinaciones, ya sea untado o en rodajas, para dar una nota de frescor.