Ha llegado la época de esas tan temidas y abundantes cenas y comidas navideñas, esas que hacen temblar la báscula de cualquiera que haya estado haciendo esfuerzos por mantener la línea. Sí, todos conocemos el eterno dilema, y esa terrible frase que suena con su eco demoledor en nuestra conciencia: una sola comida de Navidad equivale a la ingesta de calorías de un día completo en una dieta normal. Si, además, tenemos en cuenta que son varias las jornadas en las que nos juntamos con la familia y en las cuales el hobby principal (y probablemente el único) es el de ingerir alimentos irresistibles, las cuentas se disparan hasta un punto en el que nos preguntamos: ¿merece la pena seguir contando?
Hace poco, cuando te mostramos los beneficios del cardo mariano para combatir la sensación de pesadez y el malestar que muchos experimentamos después de estos grandes fastos, pudimos comprobar que, en efecto, los españoles ingieren hasta un 30% más de las calorías recomendadas durante las Navidades, o al menos así lo apunta la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA).
¡Horror! Os estaréis echando las manos a la cabeza… ¿Realmente voy a tener que renunciar al gustazo de ese turrón de yema, de esos polvorones, de esa copita de orujo? ¡Pues no necesariamente! Hoy te traemos un regalo especial de Navidad: ¡sacrificar la línea no es necesario si se quiere disfrutar de los placeres gastronómicos de la navidad!
Practica el autocontrol, siempre con sentido común
En realidad, basta con seguir ciertas pautas sencillas, saber decir “basta” y aplicar unas gotitas de sentido común, porque a estas alturas todos sabemos que nunca conviene obsesionarse con el peso, y menos cuando esto nos puede acarrear tantos problemas de incompatibilidad con el estilo de vida que seguramente llevemos durante esas fechas. Muchos dietistas y nutricionistas especializados, como Aitor Sánchez, del Centro Aleris, advierten que, a la hora de mantener el peso, no existen dietas milagrosas. Pero siguiendo ciertas pautas, es posible saborear las comidas en familia sin necesidad de que estas causen estragos en nuestra línea.