Consumir un mínimo de 400 g diarios de frutas y verduras reduce el riesgo de sufrir patologías crónicas como las cardiopatías, el cáncer o la obesidad. Es lo que dicen la OMS y la FAO respecto al consumo de estos alimentos.
Más vitalidad
Si se te hace cuesta arriba comer sano, saber por qué te beneficia la ingesta de verduras puede ayudarte a cambiar de hábitos. Las vitaminas y minerales que contienen son esenciales para que el organismo funcione correctamente y para que tengas energía suficiente para afrontar el día.
Mejor aspecto
Comer bien, y en concreto comer en clave veggie, también puede influir en tu imagen. Por ejemplo, la vitamina C incrementa la producción de colágeno, la proteína encargada de aportar elasticidad a la piel, tal y como informa la Asociación Española de Dermatología y Veneorología. La puedes encontrar en alimentos como la zanahoria, el pimiento o la calabaza.
Plan de ataque
Aquí tienes 4 tips para comer verdura a diaro sin que se te haga bola:
1. Da tiempo al tiempo
Si te propones comer algo que no te gusta márcate un objetivo asumible. No intentes dar un cambio radical a tu dieta de la noche a la mañana. Puedes empezar comiendo sólo un plato de verdura al día e ir incrementando la ingesta de forma progresiva.
2. Juega a combinar
No se trata de comer platos que sólo contengan verde: comer sano es también comer variado. Combinar verduras y hortalizas con pasta es un buen recurso para que empieces a verlas con buenos ojos: aquí tienes algunas ideas para prepararlas al más puro estilo de la mamma.
3. Vístelas al gusto
¿Te saben a poco? Pues tienes un elenco de opciones para aderezarlas: especias, frutos secos, salsa de soja o de yogur son sólo algunos condimentos que agradecerá tu paladar.
4. “Dipea” distinto
Si además te cuesta meterte en la cocina, prueba con purés y salsas tan sencillos que los podría hacer un niño de 6 años. Recetas como el hummus, el baba ganoush o el guacamole tienen un sabor intenso perfecto para acompañarlos con dips de zanahoria, calabacín o pepino crudos.
5. Exprime el verde
Los vegetales de hoja verde, como el brócoli, las coles de bruselas o las espinacas, combaten la anemia, relajan la musculatura y aportan magnesio –un mineral cuya carencia puede originar fatiga y déficit de memoria–, según la European Food Information Council. En batidos o licuados combinados con frutas (conocidos como zumos verdes), los puedes disfrutar más.