Con la llegada de las lluvias aparecen en los bosques nuestras queridas setas, el producto estrella del otoño. Su gran variedad y riqueza gastronómica hacen que sean un producto muy valorado en la cocina, pues no sólo nos ofrecen una amplia variedad de posibilidades culinarias, sino que además, ¡están buenísimas!
Y a esto hay que sumarle la experiencia de recolectarlas y el gran furor que ha surgido en estos últimos años por el famoso turismo micológico: empresas que ofrecen cupones de descuento, casas rurales que organizan escapadas a destinos pintorescos con la ruta de recogida de setas entre las actividades destacadas a disposición de sus huéspedes… Así es, ¡la vida rural se abre camino!
Y la experiencia micológica quiere ir mucho más allá del menú de restaurante de pueblo que incluya setas de temporada: bien al contrario, se trata de una actividad que incorpora dentro de sí misma el componente lúdico de disfrutar de una buena caminata por el bosque, el aprendizaje de conocer los diferentes tipos de setas que podemos recolectar y, cómo no, el puntito de adrenalina al ser conscientes de que, si no estamos seguros de lo que hacemos… ¡Podemos acabar envenenándonos!
Según explica el doctor Gabriel Moreno Horcaja, profesor del Departamento de Ciencias de la Vida de la Facultad de Biología de Alcalá, y presidente de la Sociedad Micológica de Madrid, “las setas son pérfidas y engañosas. Lo más importante es que la información no deje lugar a dudas ni haya un mal consejo, por la responsabilidad que tiene el mundo de las setas”.
En efecto, y como norma general, todos sabemos ya que está prohibido recoger setas sin tener un cierto conocimiento previo. De hecho, en algunas zonas es necesario ir acompañado de un micólogo experto en la materia. Sin embargo, la mayor parte de los apasionados por las setas siguen prefiriendo realizar su actividad micológica por libre, y sin depender de una de esas salidas organizadas agobiantes y a menudo demasiado caras.
Por ese motivo, y si tú también eres de las que quiere lanzarse a la aventura, no está de más que, antes de salir, te documentes un poco, a fin de que aquellos que quieres ir un paso más allá del níscalo, se eviten algún que otro accidente que pueda acabar en urgencias y con un lavado de estómago. Tal y como señala Roberto Luis, experto de la Sociedad Micológica Barakaldo de Euskadi, “la mejor recomendación es venir bien equipado y consultar antes de tomar cualquier iniciativa, que es como mejor se aprende”.
Y además de éste, también existen otros consejos prácticos que conviene saber si te pica el gusanillo y quieres salir a recoger setas: