La proteína es un componente clave en la creación de casi todas las células del cuerpo, como las de la piel, la sangre, los huesos y los músculos. Se trata de un nutriente macro, lo que significa que el cuerpo la necesita en gran cantidad para su correcto funcionamiento. Aunque las grasas y los hidratos de carbono también son macronutrientes, el cuerpo puede acumularlos, pero no puede almacenar la proteína.
De este modo, para asegurarse de que se proporciona al cuerpo todos los nutrientes necesarios es beneficioso seguir una dieta rica en proteínas. Existen muchas dietas proteicas que no tienen riesgo para la salud: las comidas que son ricas en ácidos grasos y omega-3 y son bajas en grasa. Entre los alimentos de esta dieta se incluyen el pescado y las aves de corral, que tienen menos grasa que cualquier otra carne.
La carne de las aves resulta más saludable si se le quita la piel, ya que así se eliminará la mayor parte de las grasas saturadas. Otra fuente de proteínas son las judías, que contienen más proteínas que cualquier otro vegetal y están cargadas de fibra, que sacia y depura el organismo. Los frutos secos y los cereales también son ricos en proteínas y fibra y además ayudan a reducir el colesterol y el riesgo de enfermedades del corazón.
Dieta proteica para controlar el peso
Además de numerosos beneficios para la salud, las dietas altas en proteínas contribuyen a la pérdida de peso, ya que rebajan el consumo de grasas y de hidratos de carbono.
