Cada vez son más las personas que, por cuestiones éticas y/o de salud, deciden eliminar (o reducir al máximo) el consumo de alimentos de origen animal, situando los vegetales en el centro de su dieta. Pero tomar una decisión así no siempre es fácil en un mundo en el que el consumo de carne, pescado y derivados está tan extendido tanto en casa como en la hostelería.
Según el informe The Green Revolution 2021, elaborado por la consultora de alimentación Lantern, en los últimos cuatro años, más de 2,1 millones de españoles han cambiado sus hábitos alimenticios en esta dirección. De manera que España cuenta a día de hoy con 5,1 millones de veggies, lo que equivale al 13% de la población.
En España hay más de 5 millones de personas veganas
La comunidad veggie, en cifras
El concepto veggie agrupa tanto a los veganos (que no consumen productos de origen animal) como a los vegetarianos (que no comen carne, pero sí huevos y lácteos) y los flexitarianos (que pueden comer carne, pescado y derivados de forma ocasional).
Por categorías, tal y como detalla el estudio, los flexitarianos siguen siendo el grupo mayoritario (y suponen el 10,8% de la población española), seguidos de los vegetarianos (1,4%) y de los veganos (0,8%).
Aunque el número de veggies ha aumentado en un 34% en este 2021, siguen siendo minoría en un país en el que el 87% de la población se declara omnívora (es decir, que comen tanto proteína animal como vegetal).
Esta diferencia es, precisamente, la que hace que la convivencia entre veggies y no veggies sea, en ocasiones, algo compleja. Especialmente en el caso de los veganos, un grupo que, aunque ha crecido más de un 60% en los últimos dos años, sigue siendo minoría.
Si eres vegano o conoces a alguien que ha decidido alejar de su dieta todos los productos de origen animal, seguro que sabrás que compartir comidas con personas no veganas o asistir a celebraciones donde cada uno tiene sus propios ideales a veces puede generar situaciones incómodas y puede ser incluso motivo de burla por parte de los demás.
Habitualmente, el problema lo tienen los que comen carne, que discriminan a aquel que solo come vegetales
“Habitualmente, el problema lo tienen los que comen carne, que discriminan a aquel que solo come vegetales porque, a nivel cultural, hay una creencia de que la carne da poder y los vegetales solo sirven para acompañar el plato”, explica Yanina Cangelosi, médica especializada en cardiología preventiva y salud vegetariana. “Cuando en realidad —añade—, solo con vegetales podemos elaborar platos sabrosos, sanos y con todos los nutrientes que nuestro organismo necesita”.
Formas de mejorar la convivencia entre veganos y no veganos
Esa creencia, sumada al hecho de que las cartas de los restaurantes y los supermercados están diseñados para la mayoría (es decir, para la población omnívora), puede dificultar la integración de las personas veganas en su entorno más cercano, que pueden llegar a sentirse incomprendidas e incluso no aceptadas en el momento en el que comparten una comida con otras personas.
“Cuando hay tolerancia, la convivencia y la armonía están aseguradas. El problema viene cuando no la hay”, afirma Cangelosi. Partiendo de esa tolerancia, ese respeto que debe imperar en todo tipo de relaciones sociales, la experta en salud vegetariana comparte algunas recomendaciones que pueden ayudar a mejorar la convivencia y a reforzar lazos dentro del círculo familiar o de amigos.