Existen diferentes tipos de dietas y entre las más conocidas se encuentran la vegetariana, la mediterránea y la vegana, aunque en los últimos meses se ha puesto de moda la dieta de Estocolmo, convirtiéndose en tendencia al ganar cada vez más adeptos.
Cada mes parece haber una nueva forma de adelgazar circulando por Internet y este caso no es una excepción. Ya se ha convertido en tendencia porque, según algunos, podría ser mejor que la mediterránea. La ciencia, de hecho, está empezando a sugerir que, como mínimo, podría tener algunos beneficios similares a la alimentación de las cuencas norte y sur del Mar Mediterráneo.
En qué consiste la dieta de Estocolmo
Se basa en los alimentos tradicionales disponibles en los países nórdicos, como pueden ser cereales (cebada y avena), pescados (salmón, atún y caballa), frutas y lácteos bajos en grasas.
Qué dice la OMS sobre este tipo de dieta
En 2018 la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe para responder a la siguiente pregunta: ¿Qué intervenciones y políticas nacionales y subnacionales basadas en las alimentaciones mediterránea y nórdica se recomiendan o implementan en la región europea de la OMS? ¿Hay evidencia de efectividad en la reducción de las enfermedades no transmisibles?
Como respuesta a estas dos preguntas la OMS editó el informe Health Evidence Network Synthesis Report número 58, que estableció que ninguna otra ingesta nutricional puede superar a la dieta mediterránea, aunque la nórdica puede llegar a igualarla.
Según esta institución de salud pública internacional, la nórdica está a la altura de la mediterránea en calidad y es muy beneficiosa para las poblaciones más jóvenes (bebés y niños que todavía no han alcanzado la adolescencia), siendo esta última justo la etapa en que se empiezan a configurar los hábitos alimenticios que podrían durar toda la vida.
De hecho, esta dieta es un patrón alimenticio que han adoptado los países nórdicos (Dinamarca, Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia) para mejorar la alimentación de su población, reducir los impactos de la producción y el consumo en el medio ambiente, mejorando a su vez la sostenibilidad de sus procesos con el objetivo puesto en cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Dieta de Estocolmo vs. dieta mediterránea: diferencias y similitudes
La versión nórdica ha sido desarrollada por un comité de expertos en nutrición, junto con la colaboración de chefs de reconocido prestigio, así como historiadores de la alimentación y ecologistas con una motivación clara: mejorar la calidad de vida de sus habitantes e impulsar el arraigo hacia las culturas tradicionales locales.
Ésta comparte una serie de similitudes con la alimentación mediterránea, como por ejemplo:
- Apuesta por el aumento del consumo de alimentos integrales.
- Evitar el consumo de comida procesada.
- Incluir verduras y frutas como ingredientes esenciales de la ingesta diaria, llegando incluso a dedicar el 50% del plato a los nutrientes naturales que aportan estos alimentos.
Por su parte, las principales diferencias se encuentran en que:
- La nórdica anima a ingerir un mayor número de plantas, especialmente musgos, algas y semillas, todos ellos elementos fácilmente disponibles en las latitudes de los países escandinavos.
- La mediterránea apuesta más por las plantas con hojas, como la espinaca, la cebolla, los tomates, los calabacines y los pimientos, que son autóctonos de las regiones mediterráneas.
Qué se come en la dieta de Estocolmo
Además de los comestibles que hemos mencionado anteriormente, la alimentación nórdica también incluye un cereal integral muy apreciado, como es el centeno, y frutas como las bayas, muy abundantes en los bosques del norte de Europa.
Si visitamos Estocolmo, Copenhague o Helsinki también podemos encontrarnos menús en los restaurantes que son ricos en tubérculos como la remolacha, la zanahoria y los nabos, y algunos tipos de legumbres como garbanzos y lentejas.
¿Puedo perder peso con la dieta de Estocolmo?
La respuesta es sí, porque es una estrategia nutricional interesante para no solamente para perder peso, sino también para controlarlo.
Como ocurre con la alimentación mediterránea, la de Estocolmo ayuda a mantener el peso porque es pobre en azúcares y rica en fibra, por lo que tiene un efecto saciante.
Algunas recetas fáciles para comenzar con la dieta de Estocolmo
Veamos a continuación tres recetas muy sencillas para disfrutar de esta alimentación casi sin moverse de casa: