La dieta Fodmap, cuyo nombre viene del inglés por sus siglas que hacen referencia a dieta baja en “oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables”, se utiliza cada vez más en consultas nutricionales para controlar los síntomas del síndrome del intestino irritable y otras dolencias digestivas.
El síndrome del intestino irritable se encuentra entre las afecciones gastrointestinales más comunes, y afecta a 1 de cada 10 personas en el mundo. Sus síntomas son el constante dolor abdominal, hinchazón, distensión abdominal, flatulencia, eructos, urgencia intestinal, náuseas y reflujo. Éstos reducen la calidad de vida de quien lo padece y su tratamiento se basa principalmente en el control de los síntomas, utilizando modificaciones dietéticas, dietas personalizadas y tratamientos farmacológicos.
En qué consiste la dieta Fodmap
El término Fodmap describe a los nutrientes que no se digieren ni se absorben en el intestino humano y que, por lo tanto, pueden fermentarse y activarse en el intestino grueso. Lo que se limita en esta dieta son ciertos tipos de alimentos, o mejor dicho, ciertos tipos de carbohidratos, como son los azúcares, los almidones y la fibra en los alimentos. Así como todo lo que contiene oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables.
La dieta Fodmap propone retirar temporalmente algunos alimentos que, a pesar de ser saludables, pueden resultarnos dañinos
Uno de los oligosacáridos más consumidos es el trigo, que es uno de los desencadenantes más frecuentes del síndrome del intestino irritable. En el siguiente listado aparecen los principales grupos de alimentos que limita la dieta Fodmap:
- Fructosa: un azúcar simple que se encuentra en muchas frutas y verduras y que también constituye la estructura del azúcar de mesa. Tienen alto contenido en fructosa las frutas, la miel, el jarabe de maíz alto en fructosa y el agave.
- Lactosa: es un carbohidrato que se encuentra en los productos lácteos, como es la leche.
- Fructanos: se encuentran en muchos alimentos y cereales como el trigo, la espelta, centeno y cebada. La cebolla y el ajo también contienen un alto contenido en fructanos.
- Galactanos: sobre todo, presentes en grandes cantidades en las legumbres, habas, lentejas y soja.
- Polioles: se encuentran en los alcoholes del azúcar (xilitol, sorbitol, maltitol y manitol), en algunos edulcorantes y en todas las frutas que tienen huesos o semillas, como manzanas, aguacates, cerezas, higos, melocotones o ciruelas
Así, se debe eliminar cualquier cosa hecha con trigo, cebada o centeno, alcachofas, endulzantes artificiales, frijoles, anacardos, coliflor, frutas deshidratas, ajos, cebollas, helados, hongos, pistachos, sandía,... Mientras que se pueden seguir tomando plátanos, pimientos, arándanos, zanahorias, pepinos, uvas, avena, patatas, leches vegetales, quinoa, arroz, espinacas, col rizada, verduras de hoja verde, mandarinas y tomates.

Características de la dieta Fodmap
Esta dieta debe ser supervisada por un experto en nutrición, ya que además de valorar el caso personal de cada paciente, debe supervisar cada uno de los pasos que se tienen que tomar si se adopta temporalmente esta pauta.
El primer paso es la restricción, en el que el paciente dejará de comer ciertos alimentos, como los listados anteriormente, durante 6 u 8 semanas para ver si los síntomas mejoran. Una vez que los síntomas hayan remitido, viene la fase de la reintroducción, en la que el nutricionista vuelve a introducir en la dieta uno o varios alimentos por semana, para valorar qué alimentos causan sensibilidad. Es posible que el paciente solo sea sensible a uno o dos carbohidratos con Fodmap, no a todos.
El objetivo final de esta dieta es descubrir qué alimentos desencadenan los problemas digestivos y crear una dieta que incluya todos los nutrientes que el paciente necesite y solo los alimentos con alto contenido en Fodmap que el paciente pueda tolerar.
Beneficios de la dieta Fodmap
Para la mayoría de personas, estos alimentos que se limitan en esta dieta no son un problema a menos que éstos sean consumidos en exceso. Pero hay personas que sí que son especialmente sensibles a estos y provocar síntomas gastrointestinales justo después de su ingesta. Idealmente, esta dieta puede ser adoptada si la persona ha sido diagnosticada con el síndrome del intestino irritable, si está buscando la mejor manera de controlar los síntomas o si tiene otra enfermedad inflamatoria en el intestino, como puede ser la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.
Si la persona está sana y no tiene problemas digestivos, esta dieta Fodmap no le servirá de mucho y no notará ningún beneficio
Para los que tienen el síndrome del intestino irritable y otros problemas digestivos, muchos estudios han analizado esta dieta y se puede concluir que, en el corto plazo, ésta tiene eficacia en la mayoría de los pacientes y mejora los síntomas hasta en un 70%.
A pesar de sus ventajas, la exclusión de los Fodmap tiene algunas desventajas, como es la complejidad de los pacientes a la hora de seguir estrictamente esta dieta al ser tan limitante a la hora de tomar ciertos alimentos. Además, seguir esta dieta implica un coste más alto, ya que necesita ser adaptada por un nutricionista y la necesidad de suplir muchos de estos alimentos “prohibidos” por otros para evitar carencias nutricionales.