El que comió hasta enfermar, que ayune hasta sanar, dice el refrán. Y así lo defiende y lo recomienda Edgar Barrionuevo, experto en nutrición y cofundador de Ayunízate, la primera academia de formación online del mundo, y de Pure Corpore, centro de medicina integrativa y de retiros de ayuno. Por él, han pasado celebridades como Mercedes Milà, Sandra Barneda o Lydia Bosch, grandísimas defensoras de este estilo de vida.
Autor de una extensa bibliografía, Barrionuevo acaba de publicar Ayunízate: recupera la salud, llénate de energía y adelgaza con el ayuno, un libro que pretende ser la guía definitiva sobre los beneficios de cada tipo de ayuno y que nos da las claves para hacer un cambio de estilo de vida definitivo y sin dietas, que nos permita recuperar la vitalidad. Como él mismo explica en la obra, “no se trata de poner más años a nuestra vida, sino de poner más vida a los años que vivamos”.
Insistes mucho en desmentir que necesitamos hacer cinco comidas al día. Pero esta creencia se sigue recomendando desde fuentes oficiales y se nos enseña ya desde la escuela. ¿A quién beneficia la perpetuación de mitos alimentarios como este?
Evidentemente hay muchos intereses de la industria alimentaria para que comamos muchas veces al día, porque así consumiremos más. Y no es que sea insano comer cinco veces al día, siempre que la dieta esté bien estructurada, pero debemos tener en cuenta que el ser humano nunca ha comido tan a menudo. Llevamos cinco mil generaciones en el planeta, pero solo somos las dos o tres últimas las que estamos cambiando tanto este patrón, algo que justamente se relaciona con la aparición de enfermedades degenerativas, obesidad, diabetes, etc.
Y desde todos lados, se nos impulsa a comer cinco veces al día y a hacerlo a través de snacks industriales, de muy baja calidad. Porque, evidentemente no es lo mismo merendar una manzana y dos nueces que comerte una bolsa de patatas y un bollycao.
¿Por qué nos da tanto miedo cuestionar los dogmas alimentarios?
Porque los hemos escuchado miles de veces y eso se ha acabado convirtiendo en una verdad para nosotros. Y cuando te planteas hacer algo diferente al resto, tu entorno puede sentir que lo cuestionas y puede ofenderse. A la sociedad no le gusta que te salgas de la línea.
Los grandes sabios del pasado ya recomendaban los ayunos como forma natural de compensar el cuerpo y sanarse
Hipócrates decía que el alimento sea tu medicina. Pero ahora parece que es nuestro peor enemigo porque está detrás de todas las enfermedades crónicas del primer mundo. ¿Qué ha pasado?
A día de hoy, enferma y muere más gente por los excesos que por carencia de comida. Este dato es muy contundente… Los grandes sabios del pasado ya recomendaban los ayunos como forma natural de compensar el cuerpo y sanarse. Creo que es importante recuperar este enfoque de la medicina más evolutiva y más integrativa y aplicarlo en un mundo muy incoherente a nivel de nuestro diseño genético y metabólico.
Insistes mucho en que ayunando perderemos peso, pero esto debe ser una consecuencia natural del descanso digestivo y no una meta, ¿no?
Exacto. Quedarse con el ayuno únicamente como una forma para perder peso es quedarte con las migajas de algo que puede ser maravilloso para tu salud. Es cierto que, a día de hoy, el exceso de peso es un lastre para la salud de cualquier persona y, dado que el ayuno reorganiza tu salud, te reequilibra y te desinflama, el cuerpo perderá peso. Pero es una consecuencia. El ayuno que yo promuevo es un estilo de vida que va mucho más allá de eso.
De hecho, en el libro aseguras que la clave del ayuno es que es un estilo de vida gracias al cual no volverás a hacer dieta nunca más.
Sí, ese es mi gran reto. Hacer que la gente se olvide de las dietas y que aprenda a tener un estilo de vida saludable, que aprenda a conocer su cuerpo y su salud.
¿Sirve de algo hacer ayunos si nuestra dieta sigue siendo desnaturalizada?
El ayuno puede servir para compensar momentos puntuales como las Navidades o las vacaciones. Pero es un arma de doble filo, y no es así como a mí me gusta enfocarlo. Si tu tienes un estilo de vida saludable, con base de alimentos naturales y de buena calidad, el ayuno te acabará de ayudar a compensar. Pero usarlo como SOS tras comilonas excesivas es como quedarse a medio camino.
Los beneficios del ayuno dependen directamente del enfoque mental con el que te predispongas a realizarlo
Aseguras que nuestro cuerpo está preparado para ayunar. ¿Qué hay del factor mental?
Este es un punto muy clave. Las mejoras y los beneficios que te puede llevar el ayuno dependen directamente del enfoque mental con el que te predispongas a realizarlo. Si lo vives como una privación, de frustración y de sufrimiento, vas a generar una cascada de hormonas y de estrés que no van a dejar que se pongan en marcha los mecanismos propios del ayuno. En cambio, cuando lo vives de forma positiva y como algo que suma, no pensando que estás dejando de comer, sino que estás dándole a tu cuerpo toda una serie de mecanismos para mejorar tu salud, todo cambia.
Permíteme que haga de abogada del diablo teniendo en cuenta este enfoque mental que comentas. ¿No se podría considerar que actúa como un placebo, entonces?
(Ríe). Bueno, se trata de diferenciar entre un nuevo estilo de vida o bien hacer una dieta más. Llámese ayuno o lo que sea. Lo ideal es pensar que comes alimentos saludables la mayor parte de las ingestas. Pensar que se trata de algo temporal nos hace entrar en un bucle y un efecto rebote que nos acabará volviendo hacia los alimentos procesados. Por eso, la parte de la mentalidad es esencial, y ocurre lo mismo con el ejercicio físico. Y por eso también empleo tanto tiempo en educar a la gente, para que todo el mundo entienda lo necesario de tener un estilo de vida sano, no solo porque te lo recomienda el nutricionista. Es imprescindible que entendamos porqué hacemos lo que hacemos.
Y, más allá del peso, consideras que es mucho más importante la composición de los tejidos que no los kilos que marque la báscula.
Claro. Es que es mucho más que el peso. El músculo y la grasa no solo son tejidos, son órganos que nos pueden inflamar o desinflamar. Entender que mi músculo forma parte de un órgano muy importante en mi cuerpo que se comunica con el corazón, con el cerebro o con el intestino nos ayudará a que nuestra mente coja esa fortaleza y entienda el cambio como un estilo de vida, y lo haga en positivo.
Ser más coherentes con nuestros genes nos hará tener mejor salud
Hablas mucho de la disonancia entre la evolución tecnológica y la evolución de nuestros genes. ¿Estás a favor de la dieta evolutiva?
Lo podríamos decir así, sí. Le hago mucho caso a la evolución que hemos seguido desde nuestros ancestros hasta ahora, porque el estilo de vida de nuestros antepasados nos da muchísima información sobre cómo debemos cuidarnos. Ser más coherentes con nuestros genes nos hará tener mejor salud, por supuesto.
Se habla mucho de la inflamación crónica de bajo grado como la gran causante de nuestros males. ¿El ayuno es la solución definitiva?
Puede ser un ingrediente más dentro del contexto de erradicación de la inflamación de bajo grado, sí. Es cierto que el ayuno bien aplicado, cuando desencadena la autofagia, el reciclaje de la grasa o la movilización de cuerpos cetónicos tiene una capacidad antiinflamatoria brutal, pero hay otras muchas cosas que nos inflaman. El estrés, no dormir bien, tener determinadas patologías digestivas, no hacer ejercicio físico, comer alimentos procesados, etc. Por tanto, ayunar, pero mantener estos patrones inflamatorios activos, no servirá de mucho.
El ayuno bien aplicado tiene una capacidad antiinflamatoria brutal
¿Podríamos decir que el ayuno es una herramienta muy útil en cualquier enfermedad autoinmune?
Sí, hay muchos estudios en los que se investiga acerca del inmunometabolismo. El ayuno, la dieta cetogénica o la restricción calórica sabemos que ayudan a que se expresen un tipo de macrófagos, que son los tipos 2, que ayudan a inmunomodular el sistema de defensas de nuestro cuerpo. Hay muchísima bibliografía científica sobre ello y es muy interesante.
Se trata de romper algunas creencias y pacificar nuestra relación con el hambre sabiendo que no pasa nada por sentirla
Otro de los mitos que siempre se nos ha dicho cuando hacemos dieta es que no podemos saltarnos ninguna comida porque, si lo hacemos, en la siguiente ingesta comeremos de más. ¿Esto no pasa haciendo ayuno?
Este enfoque me resulta muy curioso porque hay una connotación de que el hambre es algo muy negativo. Tener hambre parece que es algo malo. ¿Por qué? Porque se nos ha dicho hasta la saciedad. Pero se trata de una creencia muy limitante, y no hay mayor placer que comer con hambre y beber con sed. Y justo lo contrario: es muy desagradable no tener hambre, pero obligarte a comer. Se trata de romper algunas creencias y pacificar nuestra relación con el hambre sabiendo que no pasa nada por sentirla.
Carla Zaplana dice que el ayuno es una herramienta de autoconocimiento. ¿Estás de acuerdo?
Sí, es una herramienta muy buena para aprender a relacionarte mejor con la comida. De hecho, cuando nosotros hacemos ayunos, enseñamos a la gente que poder superar un plan de ayuno de tres días puede ser una gran forma para aprender cuál es su relación con la comida. Algo que luego puede servirles en el día a día.
Los ayunos de 3 o 6 días, ¿cada cuándo hacerlos?
Depende mucho de cada persona, de su estado de salud, de su logística, etc. Pero, como norma general, si ya te cuidas y tienes buena salud, si practicas el ayuno intermitente y quieres hacer un ayuno prolongado, podría estar muy bien hacerlo un par de veces al año.
La medicina tradicional china siempre recomienda aprovechar los equinoccios de primavera y otoño para depurarse. ¿Crees que son los dos mejores momentos del año?
El problema es que ya hemos roto tanto con estos ciclos naturales… Es curioso que no nos planteemos si comer pizza dos veces por semana es malo pero que necesitemos preguntarles a todos los médicos si me pasará algo por ayunar tres días. Esta conexión con la parte energética es interesante, pero la realidad es que vivimos en un mundo muy desconectado de todo eso. Por tanto, mi recomendación es que lo hagas cuando puedas y cuando estés más tranquilo.
Entonces la clave puede ser: ¿hábitos saludables con ayuno intermitente más ayunos prolongados periódicos?
Exacto, sería una fórmula ideal.
Lo que realmente nos falta es que comunidades médicas oficiales abanderen y recomienden el ayuno
Tienes muchos fans, pero también algunos detractores. Y, de hecho, algunos de los nutricionistas más clásicos y más conocidos en redes sociales se muestran muy en contra de los ayunos.
Yo les recomendaría a estos profesionales tan defensores de la nutrición más clásica que lean un poquito y que se actualicen. La evidencia científica es ya tan aplastante sobre los beneficios que tiene el ayuno intermitente en parámetros de salud, que no hay más que decir. Lo que realmente nos falta es que comunidades médicas oficiales lo abanderen y lo recomienden.