Ciertos alimentos provocan acidez en el organismo al ser ingeridos. Es el caso, por poner un ejemplo, de los aceites procesados, la carne o el azúcar. Por el contrario, comer frutas, verduras, semillas y cereales ayuda a que el cuerpo sea más alcalino. Ésta , a grandes rasgos, la base de la dieta alcalina que tanta controversia ha generado en los últimos meses.
El Ph es la unidad de medida de la acidez o alcalinidad. Una substancia se considera neutra cuando tiene un valor de 7. Por debajo de este valor se considera ácido y por encima, alcalino. La propuesta de esta dieta es una alimentación que mantenga el Ph de la sangre en niveles alcalinos porque eso aumenta la energía de la persona y reduce el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer o la diabetes.
La falta de evidencia científica y el temor a que muchas personas siguieran esta dieta a rajatabla llevo a muchos médicos a advertir sobre sus consecuencias en la salud. En concreto, la Sociedad Española de Endicronología y Nutrición (SEEN) la incluye en un documento en el apartado de "dietas pintorescas o dietas milagro/fraudulentas". El debate se trasladó a las redes sociales. A raíz de la publicidad de esta dieta en una revista surgió el hashtag #NoALaAlcalina.
Si se echa un vistazo a los fundamentos de la dieta, a saber, hacer deporte al menos media hora diaria y un consumo elevado de verduras, hortalizas, fruta y frutos secos, no es descabellado pensar que pueda favorecer al organismo. El riesgo es llevar a cabo una dieta alcalina estricta porque se produciría un desequilibrio en el cuerpo en el sentido opuesto que también sería contraproducente para el individuo. Basta con intentar que el porcentaje de alimentos alcalinizantes (fruta, verdura, frutos secos y tubérculos) sea superior al de los alimentos acidificantes (carne, pescado, huevos, lácteos).
¿Es buena la dieta alcalina?
Actrices como Jennifer Aniston, Kirsten Dunst o Gwyneth Paltrow se han puesto a régimen alcalino, una dieta que ha suscitado polémica en los últimos meses.
