El embarazo es un proceso fisiológico natural que muchas mujeres viven una o varias veces en la vida. Aunque no se trata de ninguna enfermedad, sí que genera una gran cantidad de cambios en el cuerpo femenino que se llevan a cabo en pocas semanas y pocos meses, algo que representa un verdadero reto para el organismo, que debe adaptarse a nuevas y exigentes demandas de forma constante.
Evidentemente, llevar un estilo de vida lo más sano posible alejado de todo tipo de tóxicos durante la gestación es la mejor recomendación que podemos darte, tanto para ti como para tu bebé. Así que, si estás esperando una hija o un hijo, este es el mejor momento para cuidar de ti y de tu criatura, con el fin de vivir el embarazo con la máxima comodidad y bienestar, minimizando los síntomas desagradables tan típicos de este proceso como el cansancio, los cambios de humor o las náuseas, además de propiciar una gestación y un parto más saludables y exitosos.
Descansa, mantente activa, evita el estrés y come mejor que nunca
¿Qué es básico durante este periodo? Descansar todo lo que el cuerpo te pida, mantenerte activa y no caer en el sedentarismo, evitar el estrés (el yoga prenatal o la meditación te serán de gran ayuda) y cuidar, por supuesto, de tu alimentación. Como siempre, esto se traduce en priorizar una alimentación saludable y natural que incluya verdura y fruta fresca y de temporada en gran cantidad, además de algo de proteína y grasas saludables en cada comida, así como carbohidratos de absorción lenta (cereales integrales o tubérculos).
Debes tener en cuenta que todos los nutrientes que recibe el bebé son transportados por tu sangre hasta la placenta, y tienen su origen en tu dieta, en los nutrientes almacenados en huesos y tejidos, así como de la síntesis de ciertos nutrientes en la placenta. Aunque el mito de que “debes comer por dos” está muy extendido, no es cierto: lo que debes hacer es “comer el doble de bien” y no aprovechar estos meses en los que tu peso subirá de forma natural para dar rienda suelta a la comida basura y a los caprichos que puedas experimentar pero que no te nutren.
No aproveches estos meses para dar rienda suelta a la comida basura y a los caprichos que puedas experimentar

Qué comer durante el embarazo
Además de incluir una gran cantidad de verduras de temporada en tu dieta, y de asegurar que sigues un tipo de alimentación basado en comida real, hay algunos alimentos y nutrientes importantes que debes tener en especial cuenta durante estos nueve meses e incluir siempre en tu planificación semanal:
- Las grasas poliinsaturadas: las encontrarás en el pescado azul pequeño (sardinas, bonito, boquerón, trucha, caballa, etc.), los frutos secos, las semillas y sus aceites.
- Las algas: gran fuente de yogo, un mineral imprescindible en el embarazo. Con un par de cucharadas soperas a la semana tendrás suficiente.
- Alimentación caliente: no es hora de pasar frío ni de pedirle a nuestro sistema digestivo un sobre esfuerzo. La prioridad ahora es mantener los niveles de progesterona altos, algo que propiciarás eligiendo caldos, estofados y salteados, y minimizando los crudos y los alimentos muy fríos, también durante el verano.
Qué alimentos evitar durante el embarazo
Hay dos grandes motivos por los que debes evitar la siguiente lista de alimentos: el primero, porque pueden generarte efectos muy desagradables a ti (recuerda que una gran cantidad de medicamentos están prohibidos durante el embarazo), aunque inocuos para el bebé. Y, el segundo, porque algunos pueden ser potencialmente peligrosos para la placenta o para el feto.
De todas formas, es importante no obsesionarte demasiado con la alimentación, ya que existe bastante confusión y poca ciencia sobre los alimentos potencialmente tóxicos durante el embarazo, ya que todos los estudios se desarrollan con animales y no con mujeres, para no exponerlas a ningún tipo de peligro durante este periodo tan importante y delicado.
Sabemos que algunos de estos alimentos son saludables y muy apetitosos y que pueden representar una gran renuncia, pero recuerda que será algo temporal y que, en pocos meses, podrás volver a disfrutarlos como antes. Así que, ¡precaución, sentido común y responsabilidad!