Ayuda en Acción lanza la campaña “La Receta del Cambio” para concienciar sobre la relación directa entre el cambio climático y la inseguridad alimentaria que afecta a más de 822 millones de personas en el mundo. La ONG pone de relieve cómo los efectos adversos de la degradación medioambiental condicionan el acceso a una alimentación saludable y sostenible.
La falta de agua, la deforestación o el aumento de las plagas son algunos de los factores que repercuten en la producción de los alimentos, su calidad y el incremento de su precio la pérdida de la biodiversidad. También lo son el incremento de las temperaturas, períodos de sequía cada vez más largos y lluvias intensas, que dejan sin comer a las personas más vulnerables tal como comenta Fernando Mudarra, director general de Ayuda en Acción.
No podemos olvidar que las personas más vulnerables son quienes más sufren los efectos del cambio climático a pesar de ser los que menos han contribuido a que éste se produzca
Objetivos para frenar el hambre y el impacto climático
El objetivo de Ayuda en Acción es acabar con el hambre y dar soluciones ante la amenaza del cambio climático. El informe Global Hunger Index 2019 plantea una serie de recomendaciones que necesitan el compromiso de diferentes sectores de la sociedad: poderes políticos y empresariales, organizaciones y ciudadanía.
- Entender los efectos del cambio climático sobre el hambre en el mundo. La reducción del hambre en el mundo está en riesgo si no se trabaja afrontando los retos del cambio climático.
- Cumplir los compromisos del Acuerdo de París. Evitar que el incremento de la temperatura media del planeta supere los 2ºC respecto a los niveles preindustriales, reduciendo los Gases de Efecto Invernadero para 2030 en un 55% respecto a 1990.
- Perseguir una financiación acorde con el reto. Especialmente para las personas más afectadas por el cambio climático y el hambre son quienes más sufren sus efectos y las que menos recursos tienen para luchar contra ambos.
- Fomentar el consumo responsable y sostenible. Es necesario adaptar nuestras pautas de producción y de consumo con el objetivo de reducir la huella climática.
Como revela el último estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la disminución de la pérdida de alimentos ayuda a la sostenibilidad medioambiental mientras que la reducción de desperdicios beneficia la seguridad alimentaria. Como vemos todo mantiene relación y si ayudamos a cuidar nuestro planeta, la Tierra también nos corresponde.
Por ejemplo, una de las zonas del mundo más vulnerables al cambio climático es el Corredor Seco Centroamericano, donde Ayuda en Acción trabaja para dar respuesta a la inseguridad alimentaria en la que ha derivado y que afecta a millones de personas en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
El reto #LaRecetadelCambio
Sumarse al reto de Ayuda en Acción y #LaRecetadelCambio es muy fácil. Si eres foodie, gastro o simplemente te gusta cocinar, hoy 24 de octubre, difunde en tus redes sociales una foto de:
- Un plato vacío simbolizando el hambre en el mundo
- O bien cocina una receta utilizando maíz y frijol, el único alimento diario de millones de personas en el Corredor Seco, como ingredientes base y comparte el resultado. Tienes todos los detalles en larecetadelcambio.org.