Aproximadamente el 20% de nuestro consumo de agua se obtiene a través de los alimentos, especialmente de frutas y verduras. Las frutos que ofrecen más líquido son las sandías y las fresas, formadas por un 92% de agua por pieza. Las primeras tienen mucha fibra, favorecen la eliminación de residuos y son antioxidantes gracias al licopeno que les da el característico color rojo. Las fresas tienen potasio, calcio y aminoácidos esenciales y son una buena fuente de vitamina C.
Otras frutas con alto contenido de agua son el pomelo, que ayuda a bajar el colesterol, el melón, que ofrece abundantes sales minerales y la carambola, una fruta tropical con textura similar a la piña que es rica en antioxidantes como la epicatequina. Con un 80% de agua, también encontramos el melocotón, la piña, las naranjas y el kiwi, así como las ciruelas y los frutos rojos.
Estas frutas son indicadas para hidratarnos después de practicar deporte, siendo más eficaces que las bebidas isotónicas. Proporcionan azúcares naturales, aminoácidos, sales minerales y vitaminas que se pierden durante el ejercicio. Además, tienen muy pocas calorías y sacian nuestro apetito, por lo que ayudan en las dietas de adelgazamiento y control de peso.
Las frutas que nos llenan de agua
Cuando se acerca el buen tiempo es importante apostar por alimentos con alto contenido líquido, que nos mantengan hidratados en todo momento.
