Con la llegada del otoño empiezan a apetecer más las bebidas calientes y reconfortantes, ¿verdad? Así que para este mes mi propuesta es un latte con especias y una de las hortalizas más representativas de esta nueva estación: la calabaza.
Esta bebida es muy típica en Estados Unidos cuando se acaba el verano y empieza a llegar el frío, y es fácil encontrarla en la carta de la mayoría de cafeterías del país.
Normalmente se prepara con café, pero yo prefiero hacerla sin él, y así obtener una bebida con un sabor parecido a unas natillas, pero en versión líquida y caliente (aunque en verano también está deliciosa bien fresquita). Tú le puedes añadir un poco de café, si te apetece y también servirla con un poco de nata por encima o un poco de espuma de leche y canela para decorar.
En esta receta utilizo pulpa de calabaza asada, un ingrediente súper versátil, que aporta ese toque especial a muchas recetas, y hace que éstas tengan ese contenido extra de hortalizas (siempre tan necesario) sin que nadie lo note.
La calabaza debido a su color anaranjado, destaca por su contenido en betacarotenos (pro-vitamina A), un antioxidante que nos ayuda a tener una buena piel y a mantener en condiciones óptimas nuestras mucosas. Contiene vitaminas del grupo B, y también vitaminas C y E, además de ser rica en minerales como el potasio, calcio, cobre o fósforo.
Esta bebida es perfecta como merienda, pero es tan golosa que puede perfectamente tomarse como postre al final de una comida y sustituir el té o café que mucha gente toma. También como te dije antes, está deliciosa bien fresquita cuando hace calor.
Ingredientes:
- 1 y 1/2 tazas de leche de almendras
- 1/2 taza de puré de calabaza
- 1 clavo machacado
- 1/8 de cucharadita de jengibre en polvo
- 1/8 de cucharadita de nuez moscada molida
- 1 cucharadita de canela molida
- 1/2 cucharadita de vainilla líquida
- 4 cucharaditas de sirope de ágave o arce
Preparación:
Para hacer el puré de calabaza parte una calabaza pequeña por la mitad (longitudinalmente) y directamente hornéala boca abajo a 180ºC hasta que al pincharla veas que está tierna. Luego, retira la pulpa con una cuchara (descarta las pepitas y la piel) y tritúrala con el minipimer hasta hacerla puré. Guárdala en un tarro bien cerrado en la nevera. Dura unos cuantos días.
Para preparar el latte, bate todos los ingredientes hasta que quede todo bien mezclado y calienta la mezcla en un cazo para servirla caliente.
Nota: En verano, puedes servirla bien fría con algún hielo.