Tener hábitos saludables es esencial para el bienestar físico y mental, pero no es siempre fácil mantenerlos cuando llegan fechas especiales o vacaciones. En estas situaciones, muchas personas aprovechan para desconectar y salir de la rutina y, especialmente en la Semana Santa.
Con la llegada del buen tiempo, la gente es más propensa a salir de casa y disfrutar fuera de ella, pero esto suele venir acompañado de pérdida de rutinas y actividad, lo que lleva algo más al sedentarismo. También es una buena excusa para excederse en la alimentación.
Los expertos del Instituto Médico de la Obesidad advierten que durante esta semana hay riesgo de consumir el doble de calorías necesarias, lo que contribuye a aumentar el peso corporal. Ahora bien, esto no quiere decir que no se pueda salir y disfrutar del periodo vacacional de igual manera. La diferencia está en las elecciones que se hacen durante esas vacaciones: recuerda que en el equilibrio está la virtud.

Los postres, el peligro de la Semana Santa
Los dulces son de lo más típicos durante estas fechas. Los encontramos de todo tipo y por todas las ciudades: torrijas, buñuelos, pestiños, leche frita o rosquillas son solo algunos de ellos. ¿Quiere decir que no podamos difrutar de ellos? ¡Claro que no!
Lo mejor es no restringirnos lo que nos apetezca ni agobiarnos, sino seguir una alimentación 80/20 para poder disfrutar tanto de las vacaciones como de la gastronomía típica de esta época. La alimentación saludable consta de un 80% de alimentos nutritivos y saludables y un 20% a la semana de otros menos saludables.
La clave de esto está en la moderación, tanto en las veces que lo comemos como en la porción de lo que elegimos. Y, por supuesto, hay que disfrutar de ese dulce, sin tener pensamientos negativos, culpa ni compensación.
Además, si estos postres típicos los elaboras tú mismo de forma casera puede que resulten menos calóricos e igual de sabrosos, a la vez que serás más consciente de la cantidad que estás haciendo. Pero, ¡ojo! Que sean algo más saludables no quiere decir que tengas que comer más, siguen entrando dentro del 20% semanal.
Menú saludable para Semana Santa
Además de tener en cuenta este dato con los dulces, estas son las recomendaciones básicas con las que deberías complementar el menú saludable que puedes descargar más abajo:
- Fruta y verdura diaria. Es necesario comer al menos cinco porciones de fruta y verdura al día. Por ejemplo, comienza el día con una pieza de fruta o en las comidas elige platos que en su mayoría sea verdura.
- Evita los picoteos por antojo o aburrimiento. Estés en casa o fuera, trata de tener a mano alimentos saludables que te hagan evitar caer en una alimentación más insana.
- Busca el menú más saludable fuera de casa. La mejor opción es preparar nosotros las comidas, pero cuando vayas a comer fuera, busca las alternativas más saludables y que te gusten.
- Vigila las porciones. Estos días siguen siendo días normales e incluso menos activos, por lo que no es necesario comer hasta llenarse.
- Evita las comidas copiosas o muy diferentes a lo que se come en el día a día. Esto hará que las digestiones sean más pesadas y se sume una incomodidad física no deseada.
- Mantén la hidratación adecuada. Durante las vacaciones es muy fácil descuidar el consumo de agua, por lo que es recomendable llevar una botella siempre contigo para calcular la cantidad que tomas.
- Evita las bebidas alcohólicas y azucaradas. Estas fechas también suelen llevar a un consumo más elevado de este tipo de bebidas. Lo idóneo es no beber ninguna de estas, o en su caso, controlar mucho su consumo.

Atención: El menú ha sido pensado para una persona sana, y sin ninguna patología determinada. Si tienes alguna necesidad alimentaria más específica o algún problema de salud, lo mejor es que te pongas en manos de un profesional del mundo de la dietética como Sandrá Gómez para que lo personalice para ti.
Como ves, es posible mantener una alimentación saludable y equilibrada en Semana Santa. Eso sí, recuerda complementarla siempre con algo de ejericio, yendo por ejemplo a alguno de estos museos al aire libre. ¡Nada de quedarse en casa tirado en el sofá!