El pan es un alimento rico en carbohidratos que aporta mucha energía y una sensación de saciedad al organismo. Siempre ha sido un básico en la dieta mediterránea, pero se está dejando de lado en muchas mesas por las críticas que recibe. ¿Qué está pasando? Pasamos del blanco al negro, probablemente, sin entender cuál es el problema.
Se trata de un alimento tradicional que se ha convertido en sintético, a causa de la evolución de la sociedad y de la aparición de las dietas. Un pan bien elaborado debería contener tan solo tres o cuatro ingredientes: harina, agua, sal y levadura. En este caso, su consumo como alimento secundario y en cantidades moderadas puede ser bueno.
El problema recae en que ahora incluyen otras propiedades en su elaboración, con las que pretenden reducir su aporte calórico; eliminar los azúcares añadidos; y aportarle un aroma, sabor y textura diferentes. Estos aditivos que se esconden en la lista de ingredientes y las harinas refinadas con las que se elabora, son los que lo hacen perjudicial para la salud. Esto sucede y es más visible con el pan de molde, ya que el de barra no podemos saber directamente cómo lo han elaborado.
¿Qué es un buen pan?
El pan tradicional con harina, agua, sal y levadura es una opción, pero si está hecho con harina integral de grano entero será mucho mejor. Si quieres incorporarlo en tu alimentación, es la elección ideal para tu dieta.
Al ser integral significa que se ha elaborado con harina de grano entero o completo y, por lo tanto, aporta más fibra y nutrientes. También hay alternativas como el pan de centeno, de espelta, de cereales o con semillas.
La clave está en analizar la composición y ver que el primer ingrediente de la lista es la harina integral de grano entero. La cual debe incluirse, como mínimo, en una cantidad superior al 70%. Además, no debe incluir más de 4 o 5 ingredientes, si tiene más quiere decir que lleva aditivos perjudiciales para la salud.
¿Mejor de barra o de molde?
Al pan de molde le suelen añadir azúcares y grasas para que se pueda conservar durante más tiempo. Sin embargo, hay algunos que son peores que otros, hecho que puede identificarse mirando la lista de ingredientes.
Por lo contrario, el de barra suele ser más saludable porque no tendría que incorporar estos aditivos para su conservación. El problema es que no conocemos cómo lo hacen y, por tanto, desconocemos sus ingredientes. Si quieres saber si es el adecuado, escoge uno integral y pregunta siempre los ingredientes.
¿Cómo identificar el pan que no es bueno?
Se les etiqueta de light, natural, bajo en calorías, sin azúcares añadidos, sin grasas trans e, incluso, de integral. Sin embargo, para conseguir todo esto incorporan propiedades que son perjudiciales, como por ejemplo: aceite de girasol, emulgentes, corrector de acidez, etc.
En el caso de ser etiquetado como integral, no caigas en la trampa y fíjate en que contenga más de un 70% de harina integral. Ten en cuenta también que no incorpore más ingredientes de la cuenta, ni aditivos como los mencionados.