Pelar la fruta y disfrutar de su interior. La lavamos, la troceamos y tiramos su cáscara a la basura. Sin embargo, en la piel de la fruta y las hortalizas se albergan muchos beneficios que pocas personas aprovechan. De por sí, las frutas son muy ricas en vitaminas A, B y C y minerales como el potasio y el magnesio. Sin olvidar su gran cantidad de antioxidantes y fibra. Si además aprovechamos la piel de determinados vegetales, entonces, los beneficios se multiplican. ¿Conoces cómo hacerlo?
En muchos casos puede parecer imposible comerse la piel de la naranja, la mandarina o el plátano. Su textura no invita a su consumo. Sin embargo, existen muchas maneras de aprovechar la piel de la fruta y las hortalizas antes de tirarlas a la basura. Hay casos en los que sí que podremos comerlas con la propia fruta, mientras que en otros se puede aprovechar para hacer compota o acompañar postres e infusiones. De hecho, la piel que recubre la fruta es muy importante por su alto nivel en fibra y, según la OMS, se debe ingerir una cantidad de entre 30 y 35 gramos al día. La fibra vegetal aporta volumen a la dieta y genera una sensación de saciedad que ayuda al control del peso.
Ahora que conoces algunos de los beneficios que aporta la piel de las frutas y las verduras, antes de tirarla prueba a sacarle el máximo partido a productos como la naranja, la mandarina, el plátano, la calabaza, el pepino o el tomate.