Estás siempre a dieta y ya no sabrías decir ni siquiera cuántas dietas has hecho, adelgazas e inmediatamente vuelves a ganar todos los kilos perdidos. Es el efecto yoyó. ¿Qué es y cómo puedes combatirlo?
El efecto yoyó (o el efecto rebote) —explica Luca Piretta, médico nutricionista, colaborador de Manzanaroja, la app gratuita de dieta personalizada,— es una oscilación del peso que suele ser típica de las personas que siguen repetidamente dietas hipocalóricas alternadas con periodos de régimen libre. Esto hace que tu peso baje y suba continuamente, como un yoyó.
Un círculo vicioso
Cuando intentas adelgazar siguiendo una dieta demasiado estricta, tu cuerpo ralentiza sus actividades para ahorrar energía, pero cuando abandonas la dieta y empiezas a comer normalmente, tu cuerpo tiene que adaptarse al nuevo régimen, por lo que necesita grandes cantidades de alimento. El resultado es que engordas rápidamente y ganas algún kilo de más. Te pones otra vez a dieta y la historia se repite.
Como advierte el nutricionista, “esto es consecuencia de una mala educación alimentaria”. Entonces, ¿a qué esperas? ¡Sigue estos consejos y aprende a comer bien!
La dieta no es un castigo
Si vives la dieta como un sacrificio, serás víctima del “efecto yoyó”: cuando acabes el periodo de régimen buscarás la satisfacción comiendo todo lo que te has prohibido.
El secreto para salir de ese bucle es que “la educación alimentaria se debe lograr y mantener”, explica Luca Piretta. “La dieta se debe adaptar y modificar según las exigencias de la edad evolutiva, de la edad deportiva, del periodo hormonal o de las situaciones de estrés, pero debes siempre seguir unas pautas de alimentación saludables para que puedas obtener beneficios para tu salud”, añade. Acepta tu cuerpo, reconoce los límites de tu metabolismo y haz que tu dieta se adapte a tus necesidades.
Nunca debes saltarte comidas
Quieres lucir aquel vestido bonito que te compraste hace un año pero la cremallera no te cierra. ¿Qué haces? Decides saltarte las comidas para poder entrar en ese vestido. ¡Error gravísimo! Saltarte la comida o la cena tiene el mismo efecto que una dieta drástica. Con un hambre lobuna, seguro que después vaciarás la nevera. De este modo recuperarás el peso y volverás a ser víctima del efecto yoyó.
Carbohidratos: prohibido eliminarlos
No hay alimentos o combinaciones de alimentos que favorezcan el «efecto yoyó», pero probablemente si no consumimos carbohidratos de manera prolongada podremos provocar un estado de abstinencia que, con el tiempo, puede hacernos abandonar la dieta cuando intentemos compensar esa falta de azúcares.