Prepara tu botiquín de homeopatía para viajar

Lo planeamos todo al milímetro: qué ruta seguiremos para ver todo lo imprescindible, dónde disfrutar de la gastronomía del lugar, qué sitios están de moda, qué ropa llevamos y, sin embargo, a mitad de vacaciones nos arrepentimos por no haber preparado un buen botiquín. Si no es imprescindible echar manos de medicamentos convencionales, tener unos pocos medicamentos homeopáticos durante un viaje nos reportará un beneficio singular.

Lo fundamental a la hora de preparar el botiquín de homeopatía es pensar qué medicamentos consideramos que puede ser útil que tengamos cerca. Es decir, pensar si sufrimos habitualmente del estómago, si tenemos tendencia a que nos piquen insectos, a sufrir dolor de cabeza después de muchas horas de sol, etc. Con la homeopatía un tratamiento precoz es siempre mucho más eficaz.

Homeopatía imprescindible para viajar

? Belladonna. Es un básico en cualquier botiquín por su polivalencia. Es útil en procesos febriles, faríngeos e incluso en procesos infecciosos aún en fase incipiente, como la otitis. Podemos emplearlo también si sufrimos algún problema cutáneo, ya sean picaduras, picaduras o edemas, e incluso si sufrimos célicos intestinales.

? Calendula. Se emplea como desinfectante y antiséptico. Si tenemos algún rasguño que no precise sutura, podemos aplicarlo. Tiene un gran poder cicatrizante.

? Ignatia amara. Es fundamental en las situaciones de estrés, miedo y nerviosismo, así que puede ser útil si tienes miedo a volar. Además, para la mujer puede ser muy útil tanto en la menstruación como en la menopausia.

? Tabaum. Si viaja en barco, coche o avión y tiene tendencia a marearse, el tabarum es muy efectivo.

? Nux vomica. Los excesos en verano se convierten en la norma, por eso resulta imprescindible tener a mano nux vómica, el remedio más efectivo para el sistema digestivo. Se recomienda cuando se tiene pesadez después de una comida copiosa, pero también en casos de estreñimiento o vómitos.