El café no solo es un producto delicioso que ya ha enganchado a millones de personas en todo el mundo, sino que también tiene una serie de propiedades para la salud poco conocidas por muchos consumidores, más allá de la típica de la cafeína que te mantiene despierto.
En los últimos años el consumo se ha disparado enormemente, y lleva años siendo una de las bebidas más consumidas del mundo. Algunos análisis cifran en casi 10.000 millones de kilos de café consumido anualmente. Se estima que cada persona consume una media de 1.3 kg de este producto cada año. Y todos ellos están nutriéndose y beneficiándose de ciertas propiedades sin saberlo…
Propiedades y beneficios del café
Si tantas personas lo consumen no deben estar equivocadas, y es que existen algunas propiedades y beneficios del café que deberías conocer para saber lo que te está aportando cada día o lo que te estás perdiendo si eres de los que aún no toma café…
En cada taza de este elixir existen una serie de nutrientes vitales para tu organismo. Entre esas propiedades se puede destacar:
- Vitaminas B (colina): es un nutriente que interviene en numerosos procesos metabólicos necesarios para llevar el alimento y energía a las células. Tener déficit de esta vitamina puede causar enfermedades hepáticas, arteriosclerosis, desórdenes neurológicos, etc.
- Ácido fólico: también llamada vitamina B9, es un nutriente imprescindible para la producción y mantenimiento de las células, ya que interviene en los procesos de división y crecimiento celular. Tener déficit de este nutriente puede producir diarreas, pérdida de apetito, pérdida de peso, debilidad, dolores, taquicardias, irritabilidad, desórdenes de conducta, etc.
- Niacina: la vitamina B3 participa en reacciones que generan energía, es decir, en funciones metabólicas. También participa en la síntesis de algunas hormonas fundamentales para el crecimiento, el buen estado del sistema nervioso, producción de neurotransmisores, mejora el sistema circulatorio, estabiliza los niveles de glucosa en sangre, restaura el ADN, etc.
- Vitamina K: es una vitamina poco conocida, pero que es fundamental para la coagulación de la sangre y la cura de heridas, entre otras cosas. Un déficit de ella puede causar hematomas frecuentes, hemorragias, curación lenta de heridas, problemas óseos como la osteoporosis, etc.
- Vitamina B12: es muy importante para el metabolismo de las proteínas, ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y mantienen el sistema nervioso central en buen estado. Si tienes deficiencia de ella podría producir cuadros de anemia, pérdida de peso, alteraciones neurológicas, parestesias, glositis, trastornos gastrointestinales, etc.
- Magnesio: es un mineral necesario para más de 300 reacciones bioquímicas del cuerpo, como la formación de músculos y nervios, para el sistema inmunitario, mantiene constantes los latidos del corazón, y fortalece los huesos. Si tienes falta de magnesio se puede manifestar con debilidad muscular, disminución de reflejos, confusión, hipertensión, ritmos cardíacos irregulares, etc.
- Potasio: clave para la regulación del agua en las células, junto con el sodio. También interviene en el crecimiento y otras funciones clave como llevar nutrientes a las células, expulsar los desechos de las células, etc. La falta de potasio puede causar espasmos, calambres musculares, fatiga, estreñimiento, mal funcionamiento de los impulsos nervioso, etc.
- Selenio: es un oligoelemento importante para producir proteínas esenciales como las enzimas antioxidantes que previenen el daño celular. Bajos niveles de este mineral pueden causar enfermedades de Keshan, infertilidad, problemas articulares, etc.
- Cafeína: produce un aumento de la presión arterial y frecuencia cardíaca, y te mantiene más alerta. Es el nutriente más controvertido, ya que puede ser beneficioso en algunos casos, pero no se recomienda en pacientes con problemas de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, insomnio u otros problemas de nerviosismo, síndrome del intestino irritable, etc. Por eso no conviene abusar, pudiendo tomar hasta 2 o 3 tazas al día según la recomendación de los expertos, u optar por café descafeinado (no presenta ausencia total de cafeína, pero sus niveles han bajado hasta porcentajes del 0.1% aprox.).
Por tanto, no solo es un auténtico placer disfrutar de su aroma y sabor, también estarás nutriendo a tu organismo con importantes vitaminas y minerales.
Beneficios para tu salud
Los nutrientes aportados por el café combinados pueden tener una serie de efectos muy beneficiosos para tu salud, entre ellos:
- Gracias al poder psicoactivo de la cafeína te mantiene alerta.
- Ayuda a quemar grasas al interferir en el metabolismo.
- Mejora el rendimiento físico debido a que la cafeína aumenta los niveles de adrenalina.
- Disminuye el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
- Reduce las posibilidades de sufrir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, Párkinson, etc.
- Protege al hígado de padecer cirrosis.
- Puede combatir la depresión.
- Previene algunos tipos de cáncer.
- Minimiza los riesgos de sufrir infarto.
- Favorece la digestión al generar jugos gástricos y saliva.
- Puede ayudar contra el estreñimiento y actuar como diurético para eliminar líquidos.
Por cierto, todos esos beneficios se extraen de forma sencilla mediante la infusión del café en el agua, por lo que no tienes que ingerir los granos completos ni el café molido para ello.
Cómo conservar sus propiedades intactas
Todas esas propiedades no se mantienen intactas en el café si no se conserva de forma adecuada, como tampoco lo hacen su aroma y su sabor. Una de las claves para poder conservar todas esas propiedades durante más tiempo, evitando que pierdan los aceites esenciales es comprar granos de café en vez del producto molido.
Es es una de las claves por las que se debate sobre café en grano vs café molido. El café molido es más práctico y sencillo de usar, pero moler el grano en el momento de preparar tu taza de café hace que su sabor y aroma sean mucho mejores, evitando que se tenga que almacenar ya molido y perdiendo sus propiedades de forma progresiva.
El aceite de los granos de café es muy volátil, por lo que si se expone se irá deteriorando rápidamente, algo que no ocurre si se mantiene atrapado en el grano. Una vez molido se puede mantener durante cierto tiempo manteniendo éste en un lugar fresco (nunca superior a los 20ºC), seco, y en un recipiente hermético, Pero, aun así, se debería consumir más rápidamente que el café en grano.
Una vez el café está preparado, independientemente del tipo usado, se puede conservar el café en un termo, que no solo puede hacer que conserve mejor su calor, también su sabor, aroma y propiedades. Pero deberías saber los tiempos con los que cuentas una vez el café está hecho:
- 1 hora: si no se conserva en termo, el café comienza a tener peor sabor y ha perdido parte de su aroma, aunque solo es cuestión de pequeños matices casi inapreciables por cualquier paladar. Esto es debido al proceso oxidativo que comienza una vez preparado.
- 12 horas: el sabor y aroma serán mucho peores, y en algunos casos extremos, si no has empleado ningún tipo de método para conservarlo podría implicar incluso riesgos para la salud debido a que puede proliferar ciertos tipos de bacterias y hongos.