Pros y contras de comer picante

Las especias picantes tienen una larga lista de propiedades beneficiosas para nuestro organismo, siempre que se consuman en su justa medida. Pero, ¿cuándo debemos evitar el picante?

Pros y contras de comer picante
Pros y contras de comer picante
Sònia Parladé

Periodista

Las especias y hierbas aromáticas han sido utilizadas desde la antigüedad con la función de conservar los alimentos, como en el caso de la canela, el clavo o la cúrcuma. Y es que esta función está muy relacionada con el hecho de que las especias pueden disimular el mal sabor u olor de las comidas, especialmente en los lugares cálidos en los que el calor propicia la descomposición, causa principal de los malos olores.

Asimismo, sus calidades nutritivas aportan todo tipo de beneficios para nuestra salud: tienen altos números de calcio y vitaminas A y C, se utilizan para proporcionar calor interior en los lugares fríos y, además, pueden reducir el riesgo de algunas enfermedades. Pero eso no es todo: algunos condimentos como las especias picantes también pueden ser incluidos en dietas para el control de peso, ya que actúan en el metabolismo de las grasas aumentando el gasto energético.

Según la lista de tendencias de 2021 elaborada por Pinterest, todo parece indicar que el picante se va a poner más de moda que nunca: y es que el portal recibe cada día millones de búsquedas sobre recetas para preparar platos con mermelada de jalapeño, miel picante, salsa de tomatillo para enchiladas y todo tipo de recetas para los amantes del picante.

¿Cómo podemos conseguir el sabor picante?

En España, una de las principales fuentes de capsaicina (la sustancia que provoca la sensación de ardor) son los pimientos picantes, también denominados cayena o guindillas, a partir de los cuales se elaborar el pimentón dulce o picante, usado en gran cantidad de recetas y como conservante en embutidos.

También en nuestra gastronomía son propios alimentos como el ajo y la cebolla. Ambos alimentos contienen una mezcla de compuestos volátiles azufrados, responsables del picor de ojos producido al cortar una cebolla, y también pueden aportar un toque de picante a nuestros platos.

Si salimos de nuestro país y nos transportamos hasta la gastronomía asiática, son grandes protagonistas dos alimentos picantes que se utilizan en la mayoría de los platos: el wasabi y el jengibre.

En el wasabi, el componente que produce picor es el alil isocianato, una sustancia diferente que la capsaicina y cuya sensación de ardor de difunde hacia las fosas nasales, generando un efecto de más picor, aunque más breve y menos irritante para el estómago.

En el caso del jengibre, su característico sabor picante está provocado por los gingeroles, shogaoles, zingerona y paradoles, que además ejercen un efecto antiséptico ayudando a combatir bacterias que son resistentens a algunos antibióticos.

Beneficios para la salud

Como remarcábamos, además de actuar como conservadores de alimentos, los condimentos picantes aportan una larga lista de beneficios para la salud. Estos son algunos de ellos:

  1. Mejoran la circulación. La capsaicina, una sustancia responsable de la sensación de ardor en la boca cuando comemos picante, combate la inflamación de las arterias y mejora la circulación de nuestro organismo, por lo que puede prevenir las enfermedades cardiovasculares. ¿Cómo? Cuando comemos alimentos picantes la temperatura del cuerpo sube, por lo que aumenta el flujo sanguíneo y llega mejor la sangre al corazón. Además, muchas sustancias picantes contienen altos niveles de vitaminas A y C, que ayudan a reforzar las paredes de los vasos sanguíneos.
  2. Queman calorías. ¿Necesitamos perder peso? Los alimentos picantes pueden ser nuestro gran aliado. Gracias, de nuevo, a la capsaicina, nuestro corazón se acelera y nuestro metabolismo también, subiendo la temperatura del cuerpo y quemando calorías más rápidamente, además de proporcionar sensación de saciedad.
  3. Luchan contra el cáncer. Varios estudios han demostrado que la capsaicina también es capaz de reducir el crecimiento de células cancerosas. Sin ir más lejos, países con dietas ricas en esta sustancia tienen índices de algunos tipos de cáncer muy bajos.
  4. Son afrodisíacos. Aunque no está confirmado, algunas teorías defienden que la comida picante sirve como afrodisíaco por su alto contenido en vitamina C, que estimula la producción de endorfinas (la hormona de la felicidad). En este sentido, también genera serotoninas, ofreciendo una sensación de bienestar general.
  5. Combaten el resfriado. La capsaicina promueve la sudoración, haciendo que la temperatura de nuestro cuerpo se equilibre en caso de gripe o resfriado. Asimismo, ayuda a abrir los conductos nasales, mejorando la congestión y hasta la bronquitis, la sinusitis y el asma.
  6. Estimulan las secreciones gástricas. En este sentido, el consumo de alimentos picantes en cantidad moderada puede favorecer las digestiones. El jengibre, sin ir más lejos, es uno de los alimentos que previene las náuseas y vómitos del embarazo o la quimioterapia, además de favorecer las digestiones.
  7. Son antibacterianos y antisépticos. El wasabi o el jengibre son útiles en la prevención de toxiinfecciones en la preparación de pescados crudos, muy comunes, por ejemplo, en la gastronomía japonesa.
  8. Actúan como analgésico natural. Tienen una acción calmante del dolor, por lo que su sustancia se emplea en algunas fórmulas farmacológicas en enfermedades como la psoriasis, la artritis reumatoide o las neuralgias.

Pero también tienen su parte menos buena, y si bien son muchas las propiedades beneficiosas del picante gracias a la capsaicina, también puede ser muy perjudicial en determinados momentos.

Consecuencias negativas de su consumo excesivo

Si hablábamos de sus beneficiosas propiedades para mejorar la digestión y curar ciertas dolencias estomacales, el picante debe evitarse si se padece alguna úlcera de estómago u otra afectación del aparato digestivo, pues el abuso de este condimente podría generar alguna irritación.

Asimismo, los alimentos picantes deben evitarse en caso de sufrir hemorragias, dolencias de hígado o dolencias de las vías urinarias.

Pero tampoco es bueno abusar de su uso, aunque estemos sanos. El consumo excesivo de picante puede perjudicar la mucosa del tacto gastrointestinal de cualquier persona, propiciando náuseas, vómitos, dolor abdominal, úlceras, diarreas y hemorroides. Asimismo, algunos estudios relacionan un consumo prolongado y abusivo de capsaicina con el cáncer de estómago.

Así, el consumo de picante está especialmente contraindicado en personas que padecen:

  1. Úlceras gastroduodenales
  2. Gastritis
  3. Síndrome de intestino irritable
  4. Reflujo gastroesofágico
  5. Hemorroides
  6. Problemas hepáticos
  7. Mujeres embarazadas o en período de lactancia
  8. Menores de seis años.
Sobre el autor
Sònia Parladé

Licenciada en periodismo por la Universidad Autónoma de Bellaterra. Ha colaborado en varios medios como elNacional.cat, TimeJust, Cuatrovoces...

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