La fruta es una inmejorable fuente de vitaminas, minerales y fibra y es recomendable su consumo diario. Sin embargo, a muchas personas no les resultan demasiado apetecibles, como les ocurre a menudo a los niños, por ello una buena forma de ingerir nuestra ración diaria de fruta es hacerlo en forma de batidos.
A diferencia de los zumos, los batidos no sólo extraen el jugo de las frutas sino que trituran también la pulpa incorporando así la fibra, lo cual los hace especialmente nutritivos y más saciantes que un simple jugo. Para poder disfrutar de todos los nutrientes de la fruta es importante consumirlos al instante, puesto que al poco de hacerlos las vitaminas y minerales se van perdiendo.
Normalmente, para hacer un batido se utilizan varias piezas de frutas y se le añade yogur o leche para darle más consistencia, lo cual hace que aumente su aporte calórico. En algunas recetas, se les añade también helado o chocolate lo cual los hace muy golosos pero también significa un aporte extra de calorías que los hace incompatibles con cualquier tipo de dietas de adelgazamiento.
Si queremos que nuestro batido nos aporte los beneficios de la fruta sin sumar calorías lo mejor es hacerlos añadiendo zumo de naranja, agua o leche desnatada. Tampoco hay que añadirles azúcar, ya que la fruta ya es dulce de por si. Otra excelente opción es hacer batidos 'verdes' en los que combinemos frutas y verduras.
Pros y contras de los batidos
Con un alto contenido en vitaminas y fibra, los batidos pueden ser una buena forma de incluir la fruta en nuestra dieta siempre que tengamos en cuenta algunas recomendaciones.
