La estación más naranja del año ya está aquí: octubre ha llegado y, con él, la explosión de frutas y verduras del color insignia de este mes tan bonito de transición entre calor y frío. En octubre, el campo nos regala muchas verduras de raíz, símbolo de energía vital y de una alimentación más pesada (en el sentido positivo de la palabra) o más densa a nivel nutricional. Muchas de las verduras de esta estación ya no pueden comerse crudas, lo que nos indica que ha llegado el momento de empezar a volver a las cremas, sopas y a otras preparaciones más templadas o calientes y dejar atrás los crudos del verano.
Este mes, enmarcado en la medicina tradicional china dentro de la estación de verano tardío, es, junto a la primavera, la idónea para depurar el organismo y poder así dar la bienvenida al frío con las pilas cargadas y el sistema inmunitario a prueba de cañón, con el fin de prevenir y evitar posibles resfriados y gripes con los que probablemente conviviremos de forma directa o indirecta durante los próximos meses.
Lo interesante del mes de octubre es que aún encontraremos algunos frutos típicos de fin de verano, como los higos (que conviene degustar ya que no probaremos hasta el próximo año) o las uvas, a la vez que damos la bienvenida a otros más típicos de épocas más frías que nos acompañarán el resto del otoño y parte del invierno.
Recuerda que comer los productos de temporada que se cosechan cerca de tu casa es una de las poderosas formas que tenemos los consumidores de luchar contra el cambio climático y de promover la agricultura local. Así que, con el fin de disfrutar de fruta y verdura más sostenible pero también más rica, más económica y más nutritiva, vamos a ver qué alimentos debemos comer durante el mes de octubre.