Al finalizar el primer trimestre de nuestro calendario, el mundo islámico se prepara para la llegada del Ramadán. Mientras que los cristianos celebran su Cuaresma durante marzo y culmina a mitad de abril, los musulmanes han comenzado su celebración a principios de mes y lo terminarán a principios de mayo.
En ambos eventos, los fieles se centran en la oración y la reflexión espiritual para conectar con su lado más religioso, dejando de lado las prácticas más terrenales. En los dos hay prohibiciones y directrices a seguir, aunque las que más se conocen en el mundo son las del Ramadán.
¿Qué es el Ramadán?
Se trata de uno de los cinco pilares del islam junto con la fe, la oración, la caridad y la peregrinación. Este evento conmemora la primera revelación del Corán al profeta Mahoma, un momento sagrado que se honra con la abstinencia entre el amanecer y el atardecer. En el capítulo 2, versículo 185 del Corán, se explica que el propósito del ritual es ser “una guía para la humanidad, y pruebas claras de la guía y el criterio (del bien y del mal)”.
Durante este periodo, los musulmanes se felicitan con Ramadan Kareem o Ramadan Mubarak, quiere decir “Feliz Ramadán” en árabe. Además, también está muy aceptado que las personas no musulmanas lo feliciten con estas palabras a quienes sí lo sean.

¿Cuándo empieza y acaba el Ramadán?
El calendario islámico es lunar, lo que significa que cada mes comienza con la luna nueva astronómica. Comienza con el avistamiento de la novena luna creciente, que suele aparecer una noche después de la octava luna nueva. Como los meses lunares son más cortos que los solares, el calendario islámico no se corresponde con el calendario que guía Occidente, por eso ocurre 11 días antes cada año occidental.
Esta festividad suele acabar unos 29-30 días después, cuando pasa a celebrarse el Eid al-Fitr o “festival de la ruptura del ayuno” que marca el final del Ramadán cada año. Los musulmanes se desean un Eid Mubarak o feliz final del ayuno, se reúnen con familiares y amigos y se comienza con la ingesta moderada de agua, fruta o dátiles, que progresivamente se amplía a otros alimentos.
¿Por qué se ayuna en el Ramadán?
El Ramadán y el ayuno van de la mano. El ayuno se practica en las tres grandes religiones (islam, cristianismo y judaísmo), pero el islam es la única que lo hace durante un periodo tan largo y en un sentido tan amplio. Este periodo se basa en la oración y el fomento de la generosidad para acercar a los fieles a Alá, por eso es un periodo de máxima reflexión, autocontrol y calidez en el que hay que abstenerse de toda distracción terrenal, como sería el exceso de comida.
¿Cuándo se puede comer durante el Ramadán?
Evidentemente, el ayuno de este periodo no puede ser continuo. Como norma general, desde que amanece hasta que anochece se debe mantener el ayuno y evitar cualquier otro placer terrenal. Antes del amanecer, cuando va a comenzar el ayuno, se toma una comida modesta conocida como suhoor y después del anochecer, cuando acaba el ayuno diario, se toma otra conocida como iftar. Nada más en el tiempo intermedio, ni siquiera agua.
Podría decirse, por tanto, que el Ramadán tiene beneficios en la salud, ya que se sigue un tipo de ayuno intermitente que tan de moda se ha puesto en los últimos años.

¿Qué se come en el Ramadán?
Al romper el ayuno por las noches se puede comer y beber, pero nunca se permite el alcohol y otras conductas inapropiadas. Se trata de unas horas para reponer fuerzas, no para compensar con excesos lo que no se ha ingerido durante el día.
Antes del amanecer se suele toma fruta, yogur o platos ligeros que aporten energía y nutrientes para afrontar el día, mientras que, por la noche, es el momento de recuperar fuerzas, socializar y disfrutar de la compañía de familia y amigos. En ese momento se buscan comidas que también aporten energía, pero no sean muy pesadas para que no molesten en el descanso, como platos con carnes y verduras, guisos, sopas, miel, frutos secos y postres.
Entre los platos y alimentos musulmanes que se suelen tomar cuando se rompe el ayuno en estas fechas están:
¿Qué no se puede hacer durante el Ramadán?
Como te decíamos, esta festividad es una época sagrada en la que la reflexión y la limpieza espiritual son lo más importante. Por eso, además del ayuno, hay otras cosas que no se pueden hacer.
Las palabras y los gestos deben ser contenidos y, aunque siempre están prohibidos, se deben evitar en estas fechas más todavía los insultos y las agresiones. Además, las relaciones sexuales quedan restringidas solo al periodo de la noche.
¿Quiénes deben hacer el Ramadán?
Ya que el ayuno es la base principal, algunos colectivos que no gozan de buena condición física o tienen otros problemas están exentos de las restricciones alimentarias. Básicamente se trata de niños, diabéticos, quienes se recuperan de una operación, quienes están de viaje, enfermos crónicos o mujeres embarazadas o con la menstruación.
En todos los casos, estos colectivos pueden compensar no haberlo practicado ofreciendo una pequeña ayuda a los más necesitados de su comunidad, que suele ser dinero o comida, y que se destina a la celebración del final del Ramadán. No hay que olvidar que al fin y al cabo se trata de una celebración de reflexión espiritual.
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