Los guisantes son unos de los grandes protagonistas de la primavera. Es cierto que durante el año podemos encontrarlos congelados en la gran mayoría de supermercados, no obstante, es durante los meses de marzo, abril y mayo cuando podemos comprarlos frescos y de temporada.
Los guisantes forman parte de la familia de las leguminosas aunque, en la cocina, se parecen más a una verdura, ya que el tiempo de cocción es más corto que el del resto de legumbres y no necesitan un remojo previo. Además, otra diferencia es que también suelen ser más digestivos. A nivel nutricional, esta tierna y deliciosa legumbre nos aporta hidratos de carbono complejos, proteína vegetal, fibra, minerales como el potasio, el calcio, el fósforo, el manganeso o el magnesio y vitaminas del grupo B, C y A, en forma de betacarotenos. Se trata, pues, de un alimento muy interesante y ¡hay que aprovecharlo!
En esta receta de primavera vamos a servir los guisantes en dos texturas distintas. Primero vamos a hervirlos todos hasta que estén tiernos y, luego, una parte de los guisantes los trituraremos con yogur para formar una crema suave y sabrosa y el resto los mezclaremos con bacalao desmigado, rúcula y avellanas a modo de ensalada. En cuanto al yogur, os recomiendo utilizar yogur natural de oveja o, si preferís una versión sin lácteos, yogur vegetal de coco.
El bacalao es un pescado blanco que, a nivel de sabor, queda muy bien combinado con los guisantes. Además, es un pescado muy nutritivo que nos aporta proteína de alto valor biológico, vitaminas del grupo B y minerales como el fósforo y el potasio. Lo único que hay que tener en cuenta es que el bacalao desmigado tiene un contenido en sodio bastante más alto que el fresco. Por eso, os recomiendo desalarlo bien antes de consumir o comprarlo directamente desalado y ya listo para su consumo.
Ingredientes (para 3-4 personas)
- 120 g de bacalao desmigado
- 400 g de guisantes
- 1 puerro
- 60 g de yogur vegetal de coco o yogur natural de oveja
- 1 puñado grande de rúcula
- 30 g de aceite de oliva virgen extra
- 30 ml de agua
- 25 g de avellanas tostadas
- Una pizca de pimienta negra
- Sal
Opcional: Si queréis dar un toque de color al plato, también podéis añadir unas fresas troceadas por encima.
Elaboración
- Hervir agua en una olla mediana y cocinar los guisantes con una cucharadita de sal. Si los guisantes son congelados, hervir unos 10 minutos (o según indicaciones del paquete). Si los guisantes son frescos, cocinar unos 15-20 minutos, hasta que estén tiernos.
- Lavar el puerro y cortarlo a rodajas. Calentar una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra y saltear el puerro con media cucharadita de sal durante 10 minutos.
- En un bol, mezclar 150 g de los guisantes previamente cocinados con el puerro salteado, la rúcula, el bacalao desmigado y las avellanas troceadas.
- Por otro lado, triturar los guisantes restantes con el yogur, el aceite, el agua, una pizca de pimienta negra y media cucharadita de sal, hasta conseguir una crema suave y homogénea.
- Servir un fondo de crema de guisantes en cada uno de los platos y agregar unas cucharadas de la mezcla de bacalao por encima. Aliñar con un poco de aceite y ¡listo!