¿Qué haces con la comida que te sobra? Muchas personas tiran la comida por no saber cómo aprovecharla o por no volver a comer lo mismo al día siguiente. Nos desprendemos de una gran cantidad de alimentos, sin pensárnoslo dos veces. Incluso, cuando se acerca la fecha de caducidad empiezan a aparecer las manías.
Sin darnos cuenta, desperdiciamos mucha más comida de la que creemos y tampoco lo reconocemos. Y la mayoría de las veces son alimentos que se pueden reaprovechar para hacer otras recetas. La intención muchas veces existe, pero es una voluntad que luego no se plasma en la realidad. En la mayoría de ocasiones, es por falta de ideas culinarias, así que aquí te dejamos algunas para que puedas reaprovechar las sobras y convertirlas en una deliciosa receta.
¿Cómo reaprovechar las partes “inservibles”?
Estamos acostumbrados a desechar las partes que creemos que son inservibles de las verduras u otros alimentos, las cuales no utilizamos al cocinar. Pero ya sabes lo que tienes que hacer: no te deshagas de las sobras, ¡conviértelas en un plato nuevo! A partir de ahora, no querrás tirar nada, si no que pensarás en cómo transformarlo en una exquisita y sabrosa propuesta.
El pan
¿Cuánto pan tiras a la basura? Una gran alternativa para aprovecharlo es rallarlo y añadirlo al gazpacho o al salmorejo. Y también puedes atreverte a convertirlo en un sabroso plato de migas.
Las partes verdes de las verduras
La parte verde del puerro, de las cebollas y de las cebolletas son perfectamente aptas para el consumo. Puedes utilizarlas para enriquecer un caldo, comértelas salteadas, cortarlas y consumirlas crudas en forma de tentempié, o aprovecharlas para adornar sopas y ensaladas. También son ideales para añadir a tus revueltos, tortillas y hamburguesas.
El tronco y las hojas externas de las alcachofas
Las partes que tendemos a desaprovechar de las alcachofas son muy tiernas en su interior. Con tan solo pelar el tronco y las hojas ligeramente, podrás cocinarlas fritas, asadas al horno o triturarlas para hacer cremas de verduras.
Las vainas
Cuando comemos habas o guisantes no aprovechas las vainas, las tiramos directamente a la basura. Sin embargo, pueden asarse, cocerse, triturarse o cocinarse a la parrilla sin que pierdan su gusto.
La carne de pollo
Una de las alternativas más comunes es reaprovechar la carne de pollo cocinada para elaborar unas riquísimas croquetas. Seguro que ahora te fijas más al tirar esas sobras, ¿quién rechazaría unas croquetas, verdad?
Los tallos y las hojas de la remolacha
Se pueden cocer al vapor o saltearlos junto a otras verduras. Hasta podrás añadirlos al arroz, a la pasta, a las legumbres, a una ensalada de quinoa, a tus empanadas, guisos…
Los restos de repostería seca
Los brioches, los cruasanes y toda la bollería que tengas por casa, puedes utilizarla para crear un delicioso pudin. ¡Seguro que te encanta la idea! Aunque tampoco te pases, recuerda siempre mantener una dieta equilibrada y saludable.
El tronco del brócoli
¿Y cuántas veces has tirado el tronco del brócoli? Su interior es muy tierno y se puede consumir crudo cortado en láminas muy finas, salteado o cocido al dente. Además, su sabor es exquisito.
El ramo de hojas de las zanahorias
Se trata de hojas muy finas y suaves que se asemejan a la hierba fresca o al perejil, en apariencia. Son perfectas para aromatizar nuestros platos y darles un toque diferente y especial. También puedes añadirlas a tus sopas o caldos.
La piel de la patata
¿Sabías que pueden convertirse en un gran tentempié? Lávalas bien, añádele aceite, sal y especias al gusto, y hornéalas a 200º C. El resultado será un picoteo delicioso y crujiente al que no te podrás resistir.