¿Quién dijo que los platos tradicionales no podían reinventarse? ¿O qué una receta tenía que quedarse siempre así, por los siglos de los siglos, sin apenas cambios en sus ingredientes? Si algo hemos aprendido con el tiempo, y los amantes del universo gastronómico lo saben bien, es que la tradición no está reñida con nuevos toques contemporáneos y que, de todo, se puede extraer una versión saludable, veggie y sostenible. ¿Acaso no es en la diversidad donde se encuentra toda la riqueza?
Está claro que hay platos como la paella, los callos o el pulpo a la gallega, todo ellos típicos en la cocina española que no aspiran a ser cambiados. Sus ingredientes son los que son. Si añades a la paella algo que no toca, se convertirá en paella con “cosas”, y no en la receta tradicional que todo valenciano aspira a probar en un domingo de sol y playa. Sin embargo, ¿por qué no abrirnos hacia otros campos?
Un claro ejemplo lo encontramos en la cultura lituana, donde ya se están empezando a promover opciones veganas y vegetarianas al tradicional ‘Cepelinai’, un plato típico lituano hecho de patata rellana de cerdo. De hecho, cada vez podemos encontrar más restaurantes en los que aparece la opción renovada de este plato que ahora se sirve con repollo fermentado, trigo sarraceno y otras variedades de origen vegetal. ¡Un delicioso manjar!
Aprovechando el frío de esta temporada, los chefs lituanos invitan a los visitantes a probar el plato básico local renovado y centenario llamado ‘Cepelinai’
La tendencia hacia lo vegetal
No podemos negar la tendencia actual a reinventar recetas tradicionales y consagradas por el tiempo para adaptarse a los gustos globales cada vez más cambiantes como el veganismo o el vegetarianismo. Los comensales ya no se conforman con un buen chuletón o un asado, necesitan saber qué hay detrás de cada producto, su origen y, sobre todo, saber si existe una alternativa vegetal a ese plato que hace años que se sirve como único e irreemplazable.

Pero, ¿por qué tiene tanta fama el cepelinai? Pues bien, según los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hoy en día un lituano medio consume alrededor de 250 gramos de patatas al día, lo que equivale a casi 100 kg al año. A lo largo de los años, la nación ha encontrado múltiples formas de utilizar esta verdura versátil en varios platos. El cepelinai, albóndigas de patata rellenas, es una de ellas. Si bien la mayoría de los lugareños todavía disfrutan de la versión tradicional del plato, las tendencias modernas, conscientes de la importancia de cuidar de la salud y del planeta, han dado como resultado una proliferación de variedades de origen vegetal.
Orígenes del Cepelinai
Si bien ahora existen platos actualizados, en sus orígenes, el cepelinai solía ser la comida abundante perfecta que proporcionaba la energía necesaria para soportar el clima frío de quienes trabajaban en el campo. La receta centenaria varía de una familia a otra y difiere entre las regiones etnográficas. Tradicionalmente, el cepelinai se hace con masa de patata rallada, se rellena con carne de cerdo o cuajada y se sirve con trocitos de panza de cerdo crujientes, cebollas caramelizadas y crema agria.
En la actualidad, los chefs locales han introducido sabores foráneos en el cepelinai y lo han transformado en una opción saludable para la cena o el almuerzo todos los días. Ofreciendo una amplia y fresca paleta de sabores, los restaurantes de todo el país han estado reinventando el cepelinai al introducir nuevos rellenos inesperados a base de plantas, que van desde el trigo sarraceno hasta el requesón y la menta.

Eso sí, si tienes pensando hacer un viaje al extranjero, en Lituania encontrarás una de las mejores apuestas gastronómicas de Europa del Este. Según Lithuania Travel, algunas de las variedades cepelinai nuevas y más tradicionales más interesantes se pueden encontrar en las ciudades más grandes de Lituania, como Vilnius, Kaunas y Klaipėda. Las opciones gourmet incluyen las de Queensberry en Vilnius con relleno de zanahoria y semillas de cáñamo; así como rellenos de setas, verduras y semillas de girasol en Sultenė.
Mientras tanto, algunas de las opciones vegetarianas más notables están disponibles en Briedžių Medžioklė en Kaunas, especialmente la versión refrescante con espinacas fritas, mientras que Etnodvaras en Klaipėda ofrece a los visitantes la oportunidad de degustar el tradicional cepelinai de Samogitian servido con la rica y ajosa mantequilla y crema agria para untar llamado kastinys. Una guía de restaurantes en los que sentirte como un auténtico lituano, mientras degustas las diferentes variedades de este centenario e innovador plato ¿Te animas a probar?
Créditos de fotografía: Andrius Aleksandravičius.