El rooibos no es un té, sino una bebida que procede de la planta Aspalathus Linearis, de origen sudafricano. No contiene cafeína y no es estimulante por lo que es apta para toda la población pudiendo beberse en cualquier situación, incluso por la noche ya que contribuye a relajarse.
Comparte con el té muchos beneficios: es antioxidante, ayuda a regular el colesterol, a bajar el azúcar en sangre, mejora las digestiones y es útil en las dietas de adelgazamiento. También puede mejorar los síntomas de la alergia y es especialmente recomendable como bebida de deportistas por su aporte de minerales.
Existen dos tipos de rooibos, el rojo y el verde. Aún así, el mercado ofrece mezclas con otro tipo de plantas o especias para disfrute del paladar. Se recomienda tomar la forma natural de esta planta calentándola pero evitando que llegue a hervir porque de este modo se extraen todas las propiedades. Después infusionarla y dejarla reposar unos cinco minutos con tapa.
Rooibos, una infusión muy beneficiosa
Una infusión de Rooibos mejora la digestión, al no contener cafeína puede tomarse como sustitutivo del té a cualquier hora y sus múltiples presentaciones agradarán a todos los paladares.
