La dieta mediterránea ha sido reconocida como una de las más saludables del mundo. A día de hoy, dónde algunos de los hábitos alimenticios de la sociedad europea están en declive, recuperar parte de los hábitos de alimentación como el de la dieta cretense permitirían la regresión de algunas de las enfermedades cardiovasculares y degenerativas más comunes.
La dieta cretense es una de las más celebres y antiguas del mundo. Ofrece una alimentación equilibrada, variada y con un aporte de macronutrientes adecuado. Como en la dieta mediterránea se basa en alimentos de temporada, con un alto aporte de grasas monoinstauradas ?principalmente el aceite de oliva? y baja en ácidos grasos saturados.
Es rica en cereales, aceite de oliva, pescado, frutas y verduras, pero baja en carne, huevos, patatas y dulces. El pescado y las hierbas aromáticas son también protagonistas en la alimentación, así como los guisados, aceites, quesos y brochetas.
Algunos de sus productos estrella son el humus ?puré de garbanzos?, la leche de oveja o de cabra, las hojas de parra rellenas de arroz, el pan en forma de bollos con semillas de adormidera y comino relleno de aceitunas, así como el indispensable y beneficioso aceite de oliva.
Todo lo bueno del mediterráneo con un toque cretense
Basada en la alimentación mediterránea, la dieta cretense ofrece un equilibrio y variedad de nutrientes muy saludables para el corazón. La leche de cabra o el humus son algunos de sus platos estrella.
