Las algas suponen el 25% de los alimentos en la dieta japonesa y en el país nipón son consideradas tan importantes como los vegetales. De hecho, se les atribuye el nombre de vegetales marinos y se han convertido en un elemento indispensable en la dieta habitual del país del sol naciente. En los últimos años, las algas han ido ganando un espacio cada vez más amplio en la cocina occidental, en parte por sus propiedades nutritivas y por el sabor que aportan a todo tipo de dietas.
Estas son algunas de las algas comestibles más populares:
- Nori: es la más conocida y consumida, ya que se utiliza en la elaboración de sushi, cereales, pastas y sopas. Esta alga rica en proteínas, vitaminas, yodo y con un alto efecto remineralizante es de color negra cuando se seca y verde si se cuece. Muy efectiva para combatir el cansancio.
- Kombu: esta alga puede actuar como ayuda para prevenir el colesterol y la tensión sanguínea. Es alta en potasio y yodo y potencia los alimentos de sabor endulzándoles. Además, es muy eficaz para facilitar la digestión.
- Arame: de color oscuro, favorece la circulación sanguínea y es rica en vitaminas A, B1, B2 y en calcio. Su textura es blanda y el sabor suave.
- Hiziki: este tipo de alga es una de las más ricas y se utiliza para guarnecer platos. Es rica en fósforo y aporta grandes beneficios para la piel, entre los que destacan la resistencia a las radiaciones ultravioletas.
- Cochayuto: esta alga es ideal para la sopa y las paellas vegetarianas. Proviene de Chile y se suele consumir cocida.
Una circulación mejor gracias a las algas
Las algas son un vegetal marino típico de oriente que se está popularizando en la cocina occidental por los beneficios de sus nutrientes. La mayoría son muy beneficiosas para la circulación sanguínea.
