¿Cuántas veces has soñado, a lo largo del día, con esa ducha en la que sumergirte y olvidarte de todo? Aunque solo sea por un momento y en un lugar. Sin necesidad de desplazarte a ninguna isla paradiasíaca. Como necesitar, tan solo necesitas una ducha. Después deberás recurrir a todo un ritual de iniciación: crear ese ambiente especial en tu propia casa. ¿Todo un reto?
Comienza por aclimatar el baño; pon incienso, velas y adéntrate en un universo de paz y relajación como lo haría Julia Roberts en una de las comedias románticas más taquilleras de la década. Se trataba de 'Pretty Woman' y esa pomposidad característica de finales de los 90; bañeras, champán, risas... Demasiado ambicioso. Ahora, con estos pequeños consejos, descubrirás lo sencillo que es crear ese momento de calma. ¡Ah! Y sin necesidad de malgastar tanta agua.
Y sí, había que decirlo, mejor disfrutar de una ducha relajante en soledad. ¿Lo importante? Evadirse del bullicio que atraviesa las grandes avenidas y comercios y reconectar con todos nuestros sentidos. Como decimos lo importante es el ambiente. Sí eres de los y las que les gusta sentirse acompañadas por los aromas, este es tu momento. Puedes poner desde un incienso que te ayudará a relajarte hasta velas aromáticas y, así, el baño se convertirá en un spa a tu servicio.
Elementos como la temperatura del agua, los geles o champús que utilices e incluso el tipo de toalla con la que te seques influirán en cómo de relajante puede llegar a ser ese momento. Te mostramos aquí algunas claves para hacer de la ducha tu espacio de break favorito: